Martínez y Padilla protagonizaron un duelo de excelencia y Rivera salvó

Houston (EEUU).-  El segundo juego de la serie por el título de la Liga Nacional tuvo como principal atractivo el duelo entre el dominicano Pedro Martínez y el nicaragüense Vicente Padilla, quienes con la calidad de sus nudillos dejaron la marca del sello latinoamericano en el montículo de las Grandes Ligas.

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(EFE)

Tanto Padilla, abriendo por los Dodgers de Los Ángeles, como Martínez (en la imagen), haciéndolo para los Filis de Filadelfia, se fueron sin decisión, pero dieron toda una exhibición de buen pitcheo.

Si la pólvora latina estuvo mojada en la jornada en los juegos del viernes de las series por los títulos de las ligas Nacional y Americana, respectivamente, Martínez y Padilla se encargaron de sacar brillo a la presencia desde la lomita.

Tanto Padilla, abriendo por los Dodgers de Los Ángeles, como Martínez, haciéndolo para los Filis de Filadelfia, se fueron sin decisión, pero dieron toda una exhibición de buen pitcheo, mezclando experiencia con talento de una forma única.

Los Dodgers se acreditaron el triunfo por 2-1 sobre los Filis y dejaron números iguales de 1-1 en la serie por el título de la Liga Nacional, pero la historia del partido será sin lugar a dudas el trabajo que hicieron los dos lanzadores latinoamericanos.

Padilla trabajó siete entradas y un tercio con cuatro imparables permitidos, incluido un jonrón solitario en la parte alta de la cuarta entrada, dio una base por bolas y sacó seis ponches con 95 lanzamientos realizados y 69 colocados en la zona del "strike".

El lanzador nicaragüense permitió un total de siete rolas y ocho elevados ante 27 enemigos, a quienes maniató con sólo cuatro incogibles y una carrera.

Si Martínez tuvo que rendirse sobre la lomita ante el nacido en Chinandega, Nicaragua, su actuación fue también una muestra perfecta de excelencia, talento y experiencia.

El veterano abridor dominicano, de 37 años, no había mandado serpentina desde el pasado 30 de septiembre, y había trabajado sólo cuatro entradas desde el 19 de ese mes, pero los Filis confiaron en su labor sobre el montículo, y no los defraudó.

El nativo de Manoguayabo, República Dominicana, fue eliminado de la rotación en la serie divisional, pero la decisión de la franquicia fue acertada porque Martínez salió en la serie de Liga, lanzando como los grandes.

Martínez trabajó siete episodios, un tercio menos que su rival en turno, permitió dos imparables, y ponchó a un total de tres toleteros enemigos.

El dominicano controló a la batería contraria con 87 lanzamientos, de los cuales 57 los escondió en la zona del strike. Martínez aceptó cuatro rolas, 12 elevados ante 23 enemigos.

Los bates latinoamericanos de los Filis contaron sólo con el tolete del receptor panameño Carlos Ruiz, que en dos viajes a la caja de bateo, pegó una vez.

Los Dodgers tuvieron en sus filas al segunda base dominicano Ronnie Belliard, que hizo contacto sólo una vez en tres oportunidades con el bate.

En el segundo juego de la jornada, el cerrador panameño Mariano Rivera volvió a tener éxito sobre el montículo y se acreditó el rescate en el triunfo de los Yanquis de Nueva York por 4-1 sobre los Angelinos de Los Ángeles.

En el primer juego por el título de la Liga Americana, los Yanquis vencieron 4-1 a los Angelinos y toman ventaja de 1-1 en la serie al mejor de siete.

Rivera (2) fue el encargado de cerrar con broche de oro el béisbol de los Yanquis, y se apuntarse el salvamento para llegar a 36 rescates en juegos de fase final en su carrera.

El lanzador de Panamá sacó los últimos tres "outs" del juego, permitió una base y ponchó a uno para conseguir el rescate.

El panameño realizó 17 envíos y 11 de ellos los escondió en la zona del strike, permitió sólo dos elevados y ninguna rola.

Los bates latinoamericanos de los Yanquis fueron representados por el guardabosques dominicano Melky Cabrera, que hizo sonar una vez el bate con un imparable en dos oportunidades con el bate.

Su compañero el receptor puertorriqueño Jorge Posada estuvo de 3-0, el mismo desempeño que tuvo el segunda base dominicano Robinson Cano.

Por los Angelinos la conexión dominicano-cubana que se había establecido entre Vladimir Guerrero y Kendry Morales, esta vez no encontró la mejor forma.

Guerrero, que salió como bateador designado, pegó una vez en cuatro oportunidades y pisó una vez la registradora, y el cubano Morales, que cubrió la primera base, estuvo de 3-1 con una remolcada.

Morales pegó sencillo por lo profundo del jardín izquierdo y llevó a la registrador precisamente a Guerrero.

Su compañero el guardabosques venezolano Bobby Abreu se fue de 4-0; su compatriota el guardabosques venezolano Juan Rivera tampoco vio la bola y en cuatro oportunidades se fue en blanco, y el parador en corto dominicano Erick Aybar falló en sus tres oportunidades con el bate.