Arroyo expone por primera vez sus dibujos para la Biblia y el Cordero Místico

Barcelona.-  El artista Eduardo Arroyo expone por primera vez las ilustraciones que hizo para los dos volúmenes de la Biblia que publicó en Círculo de Lectores y el retablo del Cordero Místico inspirado en la obra homónima de Van Eyk.

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(EFE)

Una de las obras del pintor Eduardo Arroyo, que junto a una amplia selección de los originales del artista para la edición ilustrada de La Biblia, del Circulo de Lectores, forma una exposición que hoy se ha presentado.

La exposición, que incluye más de 80 ilustraciones, ha sido presentada hoy y podrá verse en el Centro Cultural Fundación Círculo de Lectores en Barcelona hasta el próximo 25 de noviembre.

Arroyo, que se declara "ateo beligerante, no creyente y muy crítico con la iglesia depositaria de los misterios", ha ilustrado la edición de la Biblia del Oso, así llamada por el grabado de un oso que decoraba la primera edición publicada en 1569 y traducida por Casiodoro de Reina.

Piensa el artista que ha abordado la iconografía de la Biblia y el Cordero Místico "con respeto".

En relación al Cordero Místico, ha revelado que la monumental obra "nació casi de un autoencargo", después de admirar en varias ocasiones en Gante (Bélgica) la obra de Van Eyk.

"Al ver el magnífico retablo de Van Eyk uno comprende que no puede permanecer pasivo y de ahí surgió la idea de hacer algo, sin saber muy bien adónde iba", ha confesado.

La dura empresa que el propio Arroyo se autoimpuso aún tuvo que superar la dificultad añadida de la búsqueda estilística: "Al ver los primeros dibujos pensé que eso ya era conocido y entonces tuve que inventar una manera de dibujar que no era la mía, e hice un dibujo hiperminucioso, muy realista", ha dicho.

En este tema Arroyo se permitió algunas "libertades que no creo que puedan irritar a ningún creyente", licencias por las cuales sustituye los personajes originales por personalidades de la historia.

En la parte trasera del retablo, ha sustituido los dos mártires originales por las estatuas de "dos víctimas del arte y la literatura: Van Gogh y Oscar Wilde".

En los extremos de la monumental obra aparecen, como símbolo de los banqueros que financiaron a Van Eyk, las figuras de dos poderosos mecenas del siglo XX, Ciudadano Kane y Peggy Guggenheim.

Arroyo trae los personajes del Gante original "al Madrid actual con sus torres horrorosas que no acaban de caerse", ha dicho en referencia a las torres Kio.

En cuanto a la Biblia, texto que define como "cruel, duro, sangriento y violento", el artista se centró en la ilustración de los cinco primeros libros, el Pentateuco: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.

Entre las 80 ilustraciones expuestas se encuentran varias obras de gran formato como "La Gran Prostituta de Babilonia", "San Jerónimo" o "El Apocalipsis".

En esta obra el pintor recurrió a iconos tanto tradicionales, como el "Moisés" de Miguel Ángel o el caballo del "Guernica" de Picasso, como a otros más actuales, como la oveja Dolly o las imágenes de los telediarios, documentos, viejos mapas y fotografías de su propia familia.

Para la imagen de Dios, Arroyo dibuja un zeppelín, que se convierte en su propia versión del ojo omnisciente que todo lo ve.

Arroyo quiso desde un principio trabajar con diversas técnicas y el resultado es una mezcla de acuarela, gouache, carboncillo, difumino, collage y fotografía.

"En algunos casos es mejor una fotografía que un dibujo, y en otros, un collage da una mejor sensación de lo que queremos decir que una acuarela; y en otras ocasiones incluso he recurrido a obras de otros artistas que yo no habría podido igualar", ha dicho.

En definitiva, añade Arroyo, "todo debe estar absolutamente contaminado".