Manzanares y "El Cordobés", a hombros en un entretenido y triunfal festejo

Huesca.-  Los diestros José María Manzanares, que cortó cuatro orejas, y Manuel Díaz "El Cordobés", que paseó dos, salieron a hombros en el festejo celebrado hoy en Huesca, en el que Manuel Jesús "El Cid" también consiguió un apéndice.

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Se lidiaron toros de Luis Algarra, bien presentados y de buen juego en conjunto. Los que más desentonaron, pero "dejándose" lo suyo también, los paraditos segundo y quinto.

Manuel Díaz "El Cordobés", una oreja con fuerte petición de la segunda y una oreja.

Manuel Jesús "El Cid", una oreja y ovación.

José María Manzanares, dos orejas y dos orejas.

"El Cordobés" pasó a la enfermería a la muerte del primer toro para ser atendido de "un puntazo corrido en la parte anterior de la pierna derecha, de pronóstico leve. Tras suturar y poner antinflamatorios en la herida, se aplica un vendaje compresivo para que continúe la lidia"

La plaza se llenó hasta la bandera en tarde agradable.

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MANZANARES Y "EL CORDOBÉS", EN BUEN MOMENTO

"El Cordobés" protagonizó una importante actuación frente a su primero, al que diseñó una faena muy completa y estética, fundamentada en su buena técnica, que tuvo mucha conexión con los tendidos, y que, tras una voltereta al entrar a matar, le valió una oreja. Con el cuarto salió a afianzar el triunfo, con otra faena de alto nivel, premiada también con otro apéndice.

"El Cid" tuvo un primer toro tardo, que le costaba mucho tomar los engaños, y al que tuvo que torear con muletazos de uno en uno, pero muy sentidos y de mucho calado en los tendidos. Paseó un trofeo. Pero no pudo redondear en el quinto tras marrar con los aceros otra buena faena.

Manzanares estuvo pletórico toda la tarde. Sus dos toros tuvieron calidad y a ambos los cuajó de principio a fin, con dos faenas repletas de torería y buen gusto, con su clásico toreo de empaque, despaciosidad y prestancia. El alicantino lo bordó en el toreo fundamental, y aún mejor en los remates y cambios de mano. Con la espada, un cañón, motivo por el que cortó las dos orejas a cada toro.