Dos expertos alertan del excesivo peso de las pruebas científicas

Badajoz.-  El secretario general de la Comisaria General de Policía Científica, José Miguel Otero, y el profesor de la Unidad Docente de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Valencia, Fernando Verdú, han alertado hoy del excesivo peso de las pruebas científicas en la investigación criminal.

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(EFE)

El comisario científico José Miguel Otero, durante su intervención hoy en Badajoz, en el curso de verano "La ciencia actual en la investigación criminal", en el que participan representantes de la Policía Cientifíca, del Instituto Nacional de Toxicología, del Instituto de Medicina Legal y forenses.

Ambos han hecho estas declaraciones a Efe con motivo de su presencia en Badajoz, en cuyo campus universitario se celebra el curso de verano de la Universidad de Extremadura "La Ciencia actual en la investigación criminal", que ha sido el más demandado de un conjunto de 38 seminarios a celebrar durante el mes de julio.

Otero ha explicado que el trabajo de la Policía Científica pasa por analizar e investigar todo tipo de pruebas como balísticas, acústicas o documentos para elaborar informes periciales y que se remonta a 1911 cuando se estableció en España, en concreto en Madrid, el primer servicio de identificación de huellas dactilares.

Entre estas pruebas, ha hecho un especial hincapié en las referidas al ADN que, según ha precisado, consta de "mayor potencialidad" y por provenir del campo de las "ciencias duras" está "más asentada" debido a que realiza estudios probabilísticos de población que originan tasas de identificación "realmente apabullantes".

En este sentido, ha apuntado que España cuenta con dos bases de datos de ADN, la Fénix orientada a acciones humanitarias en casos como la desaparición de cooperantes, y la SAID cuyo campo de trabajo es la criminalística al tiempo que organismos como la Interpol están trabajando en proyectos de bases internacionales.

Para Otero "hoy en día es más fácil y posiblemente mejor, no el hecho de tener bases enormes y residenciadas en un punto concreto como tener la capacidad legal y operativa de que las diferentes bases estén unidas y conectadas y poder trabajar unas contra otras" lo que favorece, además, una mayor "agilidad".

También ha destacado la importancia de las pruebas informáticas, vitales en los casos de pedofilia por internet, aunque dada la abundancia de datos a analizar, 17 capitales de provincia españoles llevan ya a cabo estos servicios denominados "pericia informática" que posibilitan "agilizar" el trabajo.

Ha afirmado además que la ciencia forense tiene "un peso importante" en todo este proceso ya que "la prueba científica es fundamental en un proceso penal pero, lógicamente, hay más pruebas y al final el juez valora todo".

Así, ha explicado que junto a las pruebas científicas hay otras áreas que pueden llevar a una persona a ser condenada como la investigación policial y judicial o la declaración de los testigos "lo que ocurre es que una buena investigación apoyada además en una prueba científica puede ser determinante".

Fernando Verdú ha compartido las palabras de Otero y subrayado que la prueba pericial "tiene muchísimas limitaciones" ya que "no hay suficiente evidencia de que los métodos que se utilicen en muchos casos sean auténticamente científicos sino que están basados más en opiniones de las personas que participan".

"Lo que no puede ser es que la sociedad se crea que -los forenses- lo podemos todos y que los jueces y los fiscales quieran apoyarse siempre en pruebas científicas para solucionar los problemas dejando de lado el resto de las pruebas" ha añadido.

Finalmente, ha apuntado que los médicos forenses deberían "aprender a aceptar que la naturaleza es muy variable" y ser "muy cuidadosos" a la hora de fijar la causa y hora de la muerte, ya que, en el último caso "llevas a la policía y a los investigadores a un tramo horario en el que los verdaderos responsables tienen tiempo para huir".