Las carreras de caballos, como casi todo en esta vida, tienen su ritual. No es complejo y resulta (como buena ceremonia) bastante mecánico. En teoría, además, es rápido y obliga al público a moverse de manera constante. Asistir a uno de estos espectáculos es una experiencia que puede resultar sorprendente para aquellos que no hayan pisado nunca un hipódromo. El domingo se corrieron las últimas carreras diurnas de la temporada de primavera en la Zarzuela, aunque durante el mes de julio todavía tendrán lugar competiciones nocturnas los jueves.
El ciclo de cada carrera arranca con estos valiosos animales en una zona acotada en la que los preparadores dan los últimos toques a las bestias bajo la atenta mirada de propietarios y ojos especializados de todo tipo.
En ella, también los jinetes, tras vestir los colores de la cuadra por la que correrán, se dirigen al 'paddock'.
Llega el momento de mostrar la mercancía y de que el público compruebe qué aspecto presentan los cuadrúpedos antes de saltar a la pista, el de hacer conjeturas sobre la planta, la forma física y los presentimientos. Mientras los aficionados elaboran sus quinielas y los animales dan vueltas de la mano de sus preparadores o mozos de cuadra, los propietarios charlan con sus jinetes, dan las últimas instrucciones, saludan a amigos y conocidos hasta que llega al momento de salir a la pista.
La tradición marca que el dueño del animal acompañe al 'jockey' hasta que llega la montura y le ayude a subir ofreciendo su mano como punto de apoyo.
Una vez están todos los jinetes preparados comienza su camino hacia la pista y el del público hacia los puestos en los que realizar las apuestas.
En este punto la cosa se complica un poco (no mucho) porque la variedad de combinaciones es amplia. En resumen se puede apostar a ganador, colocado, gemela, doble, trío no reversible y cuarteto —aquí se explica en qué consiste cada una—. Los sistemas de apuestas están muy automatizados y es sencillo jugarse unos euros.
Y, luego, a ocupar el puesto en la tribuna. Como el filósofo Fernando Savater, que luce en los prismáticos todo tipo de acreditaciones de lejanos hipódromos que dan fe de su afición por este deporte.
Como él, bajo la impresionante cubierta diseñada por Eduardo Torroja los aficionados cambian las últimas impresiones.
Las tribunas están llenas, las apuestas realizadas y los caballos en la pista. La megafonía anuncia que en breve tendrá lugar una de las citas esperadas de la mañana.
Los animales apuran los últimos metros antes de la meta mientras la tribuna ruge con gritos y aplausos de ánimo.
Para los espectadores llega el momento de alegrarse si acertaron con el ganador, que recibe los agasajos de sus propietarios y de quienes jugaron su dinero confiando en la mezcla de velocidad y destreza de animal y jinete. El de la imagen, Faramir, como el famoso personaje de El Señor de los Anillos, montado por J. Horcajada, ganó el Gran Premio Ciudad de Madrid, la carrera más importante de la jornada.
Si quieres firmar tus comentarios, regístrate o inicia sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
El incontestable poder de una imagen. Lo que no se puede contar con palabras. Entra en las tripas de la fotografía y pierde el miedo a probar. Fotógrafos y expertos como Sofía Moro y David de la Torre, Carlos Spottorno, Txema Rodriguez y Francisco Galvez, coordinados por Ramón Peco te descubren técnicas, exposiciones, tendencias...
Soitu.es se despide 22 meses después de iniciar su andadura en la Red. Con tristeza pero con mucha gratitud a todos vosotros.
Fuimos a EEUU a probar su tren. Aquí están las conclusiones. Mal, mal...
Algunos países ven esta práctica más cerca del soborno.
A la 'excelencia general' entre los medios grandes en lengua no inglesa.
Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Citar este verso de Machado no puede ser más ocurrente al hablar de Mariano Rajoy. Tras la renuncia de Zapatero y las voces que señalan que la estrategia popular podría verse dañada, es necesario preguntarse algo. ¿Ha hecho camino Rajoy? ¿Se ha preparado para ser presidente? Quizás la respuesta sorprenda.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
“Algunos luchamos por tener los pies en suelo.” Lo decía ayer en su Twitter Raül Romeva, uno de los cuatro eurodiputados españoles (Oriol Junqueras, de ERC, Ramon Tremosa, de CiU, Rosa Estarás del PP y él, de ICV) que apoyaron la enmienda para evitar que el presupuesto comunitario de 2012 contemple los vuelos en primera clase de los parlamentarios europeos. No era una excepción. Lo escribía ahí porque es lo que hace siempre: ser transparente.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
Son los cien primeros, como podrían ser doscientos o diez. Lo importante es el concepto. La idea de tener unos días para llevar a cabo la transición desde la oposición al gobierno. Del banquillo, a llevar el dorsal titular. Nunca tendremos una segunda oportunidad de crear una buena primera impresión. Y los cien primeros días son esa primera impresión. Veamos su importancia.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
“Os propongo que sea el Comité Federal, en la próxima reunión que tengamos, después de las elecciones autonómicas y municipales, el que fije el momento de activar el proceso de primarias previsto en los Estatutos del partido para elegir nuestra candidatura a las próximas elecciones generales.” De esta manera, Zapatero ha puesto las primarias en el punto de mira tras anunciar que no será candidato a la reelección. Tras este anuncio, observamos algunas reflexiones sobre el proceso
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si quieres, puedes registrarte o, si ya lo estás, iniciar sesión ahora.