El abogado de Madoff sugiere que una pena de 12 años sería suficiente

Nueva York.-  El abogado de Bernard Madoff, autor confeso de una de las mayores estafas de la historia, ha pedido al juez que tenga en cuenta la edad y la colaboración prestada por el financiero y ha sugerido que una condena de 12 años de prisión sería suficiente.

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(EFE)

Imagen del financiero Bernard Madoff a su entrada en el Tribunal Federal de Manhattan, en Nueva York, donde es encausado por haber cometido una de las mayores estafas de la historia. EFE/Archivo

"Pedimos respetuosamente al Tribunal que imponga una sentencia que refleje un grado justo de proporcionalidad", solicita el abogado de Madoff, Ira Lee Sorkin, en una carta conocida hoy y dirigida al juez encargado del caso, Denny Chin.

El acusado confesó el pasado diciembre haber montado una fraudulenta estructura financiera, la mayor de la que se tiene noticia, y tres meses después, el 12 de marzo, se declaró culpable de once delitos relacionados con fraude, lavado de dinero y perjurio, por lo que el juez ordenó su ingreso inmediato en prisión.

El próximo lunes está previsto que se conozca la sentencia que se aplicará al financiero estadounidense de 71 años por esos delitos, que conllevan una pena máxima de 150 años de prisión.

En la carta, que lleva fecha de 22 de junio pero que se hizo pública hoy, el letrado de Madoff llama la atención sobre la edad del financiero y asegura que su esperanza de vida es de unos 13 años más.

"Una pena de 12 años de prisión -en la práctica una especie de cadena perpetua- respondería, sin ser más de lo necesario, a los objetivos de disuasión, protección pública y fomento del respeto por la ley" que debe cumplir toda condena, afirma Sorkin.

"Como alternativa, sometemos respetuosamente a su consideración que una pena de 15 a 20 años alcanzaría esos objetivos sin penalizar de manera desproporcionada al señor Madoff", al tiempo que "eliminaría apropiadamente las preocupaciones sobre un trato dispar entre infractores no violentos en situación similar", añade.

"No pedimos clemencia ni compasión", sino "la justicia y objetividad que ha habido -y esperamos siempre haya- en la base de nuestro sistema judicial penal", explica Sorkin, quien reclama que se olvide "la emoción e histeria" que envuelven este caso.

En su escrito, el abogado anuncia que el próximo 29 de junio, cuando se conozca la condena, Madoff hablará ante el juez del Tribunal Federal del Distrito Sur de Nueva York sobre "la vergüenza que ha sentido y el daño que ha causado" con ese esquema Ponzi, valorado en unos 65.000 millones de dólares, a sus clientes.

Algunos de estos han remitido escritos al juez en los que expresan su rabia por lo ocurrido y reclaman que se imponga la condena máxima.

Sorkin señala en la carta que "afortunadamente, el enfurecimiento expresado en los escritos de las víctimas no ha sido tan estremecedor como las amenazas de muerte y correos electrónicos antisemitas que se han enviado a Madoff y a su abogado".

"No obstante, creemos que existe un tono unánime en los escritos de las víctimas que sugiere un deseo de algún tipo de venganza colectiva, que, si aquí se apoya, negaría y quitaría el sentido a la labor del tribunal", agrega.

Al respecto, el abogado recuerda que Madoff, encarcelado en el Centro Correccional Metropolitano de Manhattan, confesó la estafa a sus hijos el 10 de diciembre de 2008 y que, en la práctica, ello supuso "entregarse a sí mismo", ya que "sabía muy bien que ellos harían lo correcto y acudirían a las autoridades".

"Voluntariamente se sometió a la custodia del FBI a la mañana siguiente, confesó y, a partir de ahí, prestó plena colaboración con las condiciones de fianza impuestas", asegura.

Cuando el pasado marzo se declaró culpable ante el juez, su defensa recuerda que "aceptó la plena responsabilidad de sus actos y expresó arrepentimiento y remordimientos" y se mostró siempre dispuesto a colaborar en la recuperación de activos con los que indemnizar a sus clientes.

También subraya que durante estos meses el financiero ha cooperado para preservar al máximo el valor de sus activos y conseguir así la mayor cantidad de dinero posible para indemnizar a las víctimas, al tiempo que se ha reunido con investigadores y reguladores siempre que se le ha requerido para facilitar sus respectivas labores.