El acusado de matar a su esposa con un gato hidráulico dice que quería "tranquilizarla"

Ciudad Real.-  Ciudad Real, 3 de junio (EFE).- El hombre de nacionalidad rumana Z.C. de 33 años, acusado de matar a su esposa con un tubo metálico y un gato hidráulico en la furgoneta en la que vivían en Bolaños de Calatrava y acudir a la Base de Helicópteros de Almagro a pedir ayuda, ha dicho hoy que su intención era "tranquilizarla para que no se fuera".

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(EFE)

El rumano Zoltan Cordovana entre en la sala de la Audiencia Provincial de Ciudad Real, donde hoy comienza el juicio por haber matado a su mujer a golpes con una barra metálica y un gato hidráulico, además de maltratarla ya con anterioridad y de desatender a los diez hijos, delitos por los que la fiscal pide en suma veintiséis años.

Durante la primera sesión del juicio oral que se sigue en la Audiencia de Ciudad Real, el procesado ha añadido que tras la agresión, ocurrida el 29 de mayo de 2007, se quedó dormido junto a la víctima, R.N.C., de 29 años, y de la misma nacionalidad, porque, "no pensé que su vida estaba en peligro".

Durante su declaración, el acusado ha negado en varias ocasiones que maltratara a su pareja sentimental, aunque ha reconocido que las discusiones eran algo habitual en el matrimonio.

También ha indicado que siempre se ha preocupado por el bienestar de su familia, trabajando como agricultor por un salario que oscilaba entre los 500 y 800 euros mensuales.

Además, Z.C. ha recordado que las últimas discusiones eran fruto de la infidelidad de su mujer, quien le había llegado a asegurar que sus dos últimos descendientes no eran hijos suyos.

De hecho, el acusado ha explicado que viajaron hasta Rumanía días antes del trágico suceso para hablar con un pastor evangélico e intentar solucionar la situación de la pareja.

Durante ese viaje, los servicios sociales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha se hicieron cargo de sus diez hijos, que se habían quedado al cargo del hermano del acusado, quien tiene otros cinco hijos.

Además, el procesado ha explicado que avisó a una prima, quien también se preocupó por los menores durante su ausencia.

A su regreso de Rumanía, ha relatado el acusado, vivieron un tiempo en el interior de una furgoneta Fiat Ducato, que estacionaba en el Punto Limpio de Bolaños de Calatrava.

La noche de los hechos, ha explicado Z.C., mantuvo relaciones sexuales con su mujer, relaciones en las que usaron "un aparato para el amor", porque "ella se reía del tamaño de mi pene", ha dicho.

En ese momento, ha indicado el acusado iniciaron una discusión que finalizó con la agresión "en la parte trasera de la furgoneta". "No quería hacerla daño", ha asegurado Z.C., quien ha subrayado que quería "tranquilizarla" para "que no se fuera".

Además, el acusado ha señalado que "no pensaba que su vida estuviera en peligro" y que incluso quiso ayudarla con "masajes y besitos", hasta que se durmió a su lado.

Al amanecer y comprobar que "ella se quejaba" la quiso llevar al Hospital General de Ciudad Real, aunque se detuvo a pedir ayuda en la Base de Helicópteros de Almagro, donde acudió la Guardia Civil y encontró a la víctima ya sin vida.

Por su parte, las tres menores hijas de Z.C. y de la víctima han relatado durante su declaración como testigos que su padre les golpeaba sin motivos y de forma habitual a su madre y a ellos.

Las tres menores, que han declarado detrás de un biombo, han dejado claro que su padre solía utilizar objetos para agredirlos y han manifestado su "felicidad" por vivir en un centro de acogida.

Por su parte, los agentes de la Guardia Civil que intervinieron en el caso han recordado que, al llegar a la Base de Almagro, donde estaba aparcada la furgoneta, encontraron a la mujer muerta y una escena dantesca, con multitud de salpicaduras de sangre.

Al desplazarse al lugar de los hechos, por indicaciones del acusado, encontraron "un tubo metálico" lleno de sangre en una finca colindante con el Punto Limpio de Bolaños.

Los hechos tuvieron lugar el 27 de mayo de 2007 en el Punto Limpio de la localidad de Bolaños de Calatrava (Ciudad Real).

El fiscal acusa a Z.C. de un delito de asesinato, además de maltrato habitual y de desatender a los diez hijos, por lo que pide veintiséis años de prisión.

Por su parte, la defensa considera que ha sido un delito de lesiones en concurso con delito de homicidio involuntario.