Por qué España se queda atrás en la carrera de la competitividad

SEVILLA.-  Ahora mismo en la isla de la Cartuja de Sevilla hay al menos 60 cabecitas que echan humo de tanto pensar. Aquí llevan reunidos desde ayer decenas de economistas y expertos con el fin de encontrar respuestas a la crisis actual. De esas 60 mentes en pleno funcionamiento, 15 debaten sobre cómo hacer a España más competitiva. Pero, ¿por qué tenemos este mal endémico que arrastramos durante décadas?, ¿está lista España para salir a competir con los más grandes?, ¿cómo podemos conseguirlo? Paul Krugman, premio Nobel de este año, ha sido contundente en este sentido: la solución pasa por bajar precios y salarios un 15%. Aún así "el proceso será muy doloroso". De lo hablado y leído aquí extraemos varias conclusiones:

No nos va la competición.

• Poca inversión en I+D. A pesar de que en los últimos años se haya ido aumentando el presupuesto para esta partida y se haya creado un ministerio (el de la invisible Garmendia) al efecto, el gasto en investigación y desarrollo es uno de los más bajos de Europa, alrededor del 1,2%. Si además se compara el porcentaje de gasto en I+D respecto al volumen del PIB, nuestro país se sitúa ya por debajo de países como República Checa y Eslovenia. Además el gasto de las empresas (privado) en la investigación deja mucho que desear: en España está por debajo del 1%, mientras que Estados Unidos supera el 2%.
• ¿Exportamos algo? Sí, pero poco. España ocupa el puesto 17 en el ranking mundial de exportaciones de mercancías y tiene una cota de mercado mundial del 2% frente al 9,5% alemán. ¿Eso es mucho o poco? Poco a juzgar por el volumen ya que es el mismo que al inicio de la década, es decir, no hemos avanzado. Además el hecho de que traemos más del extranjero que lo que conseguimos sacar fuera tampoco ayuda mucho.
• Un poco vaguetes. Uno de los expertos ha dicho hoy, a la salida de su 'bunker para la reflexión' en Sevilla, que en esto de ser competitivos vamos hacia atrás como los cangrejos y que de eso tiene mucha culpa la educación. Un vistazo a las cifras que maneja da cuenta de ello: sólo la mitad de la población entre 15 y 64 años ha completado los estudios de secundaria frente al 71% de la media europea. Algunos de los nuevos estados miembros de la UE, como Eslovaquia y Letonia, sacan mejor nota que nosotros en esto.

Muy lejos del G-20 en competitividad

Que España quiere entrar en el G-20 es algo más que conocido por todos. Zapatero dice y repite que quiere entrar y que quiere entrar ya. Pero el fallo de la competitividad tira de nuestro país hacia abajo y nuestro presidente del Gobierno lo sabe. De hecho en el Acuerdo de Cooperación Nacional que pidió ZP en su comparecencia ante el Congreso se incluía compromiso para mejorarla. Las cifras que se manejan en estas jornadas evidencian que para que se vaya haciendo a la idea, salimos de una posición bastante lejana lo que nos hace ver de lejos la posibilidad de ser uno de 'los 20 más importantes'. ¿Cuáles son nuestros números?

• España ostentaba el puesto 29 de 134 países en relación a la competitividad según el informe The Global Competitiveness Report del Foro Económico Mundial cuando su PIB (riqueza de un país) era la octava que más crecía del mundo. En esa misma lista nuestro país ocupa puestos más bajos aún en diferentes parámetros de competitividad: en innovación ocupamos el puesto 39, en calidad de las instituciones el 43 y lo que parece más preocupante: en eficiencia en el mercado laboral bajamos hasta el puesto ¡96! ¿Y por qué esa mala nota? La culpa es de los costes laborales no salariales, de las prácticas de contratación y despido, los costes de despido y la rigidez del empleo, o lo que es lo mismo, desde fuera nos vuelve a echar en cara que no somos ‘flexiseguros’ o como mínimo ‘flexi’.
• No se acaba ahí. Otra forma de medir la competitividad de un país es hacerlo a través de la facilidad de hacer negocios en dicho lugar. Pues bien, según el documento Doing Business 2009 estamos en el puesto 49 de un total 181 países en relación a este aspecto, 3 puestos menos que hace un año. Un ejemplo es que el número de días de media para abrir un negocio en España es de 47, mientras que en Japón es de 23 y en Estados Unidos es de 6 días.

Y la respuesta es…

Visto lo visto, el panorama español, con crisis o sin ella, está bastante mal. El problema de la competitividad, coinciden expertos y políticos, es un mal endémico del que nos tenemos que liberar si de verdad se quiere ser grande. ¿Cómo? Recetas hay muchas y muy variadas:

• El equipo económico del Gobierno (y el Banco de España también) defiende la flexibilización del empleo mientras que ZP opta por extender y mejorar la educación, para tener el mayor número posible de trabajadores con la mejor formación, y por la inversión en investigación y desarrollo.
• El premio Nobel Paul Krugman, que visita ahora a las 60 cabecitas pensantes de Sevilla, dedicó el único post en el que se refirió España a analizar la falta de competitividad de nuestro país. A su juicio la mejor forma de combatirla, ya que no podemos devaluar nuestra moneda porque pertenecemos al euro, es una rebaja salarial. El Nobel ha sido contundente en este aspecto: "Los salarios en España son insostenibles y no están de acuerdo con la economía del país. Afrontaréis un proceso de deflación en el que precios y salarios deben caer un 15%". Las perspectivas de lo largo que va a ser nuestro "doloroso" proceso no han sido nada alentadoras: Krugman augura un periodo malo de 5 a 7 años si las cosas van bien en Europa, ¿y si no? Glups.
• Los economistas aquí reunidos abogan por un incremento de la productividad, algo a lo que también hizo referencia ayer el ex presidente del Gobierno Felipe González. Lo complicado es saber cómo conseguirlo. Krugman, caracterizado por ser sincero y agorero a la vez, ha dicho que es una tarea realmente muy dificil.