Calderón confía en que EE.UU. prohíba de nuevo la venta de rifles de asalto

México.-  El presidente de México, Felipe Calderón, dijo hoy que espera que el Gobierno de Barack Obama respalde la lucha contra el tráfico de armas y drogas, y prohíba la venta de rifles de asalto y armas de alto poder, con que se han equipado los delincuentes mexicanos.

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(EFE)

El presidente Felipe Calderón pidió de EE.UU. "acciones concretas, en temas como el control de la venta de armas". EFE/Archivo

Calderón pidió de Estados Unidos "acciones concretas, en temas como el control de la venta de armas" y se refirió a la ley que fue derogada hace cinco años en EE.UU. que prohibía la venta de fusiles de asalto AK-47, rifle preferido por los sicarios de los carteles mexicanos.

El mandatario hizo estas declaraciones en la VIII Convención Nacional American Chamber of Commerce of México, luego de que en Washington el director de Inteligencia Nacional de EE.UU., Dennis Blair, dijo el martes que "la influencia corruptora y la creciente violencia de los carteles mexicanos de la droga" habían impedido gobernar "partes de su territorio" a las autoridades mexicanas.

Calderón indicó que la venta indiscriminada de armas de alto poder representa una amenaza "no solo para la seguridad de los mexicanos, sino también para la propia seguridad de los estadounidenses".

Calderón también pidió acciones concretas por parte de la administración estadounidense "que se traduzcan en una reducción eficaz del consumo y, desde luego, en el tráfico de drogas en ese país".

Como "bien lo sabemos todos" el tráfico de drogas en Estados Unidos solo se explica por la corrupción de las autoridades que en esos niveles permiten ese tráfico, afirmó Calderón.

Ante los empresarios estadounidenses, el mandatario demandó a Estados Unidos un apoyo solidario y explícito en "recursos, cooperación, información que genere inteligencia, verdad y claridad de lo que pasa en México" así como una firme determinación de "detener el flujo de dinero que viene de allá y las armas que se usan contra ciudadanos mexicanos".

Explicó que el problema de la inseguridad, narcotráfico y delincuencia organizada no es un tema exclusivo de México, "y probablemente ni siquiera haya tenido origen en nuestro país. Esa es la verdad".

El mandatario mexicano y varios miembros de su gabinete han reiterado en varias ocasiones que el problema consiste en que Estados Unidos es el mayor mercado de drogas, lo que genera los problemas de trafico de drogas y armas.

"Que millones de norteamericanos se dediquen a consumir o a traficar drogas, y que sea el principal mercado de armas para las organizaciones criminales que operan en ambos lados de la frontera, nos obliga a las autoridades de ambos países a reforzar los mecanismos de cooperación", señaló Calderón.

Insistió en que el crimen organizado representa un desafío, tanto para México, como para Estados Unidos, reto que solo podrá enfrentarse mediante la cooperación y el entendimiento.

Ayer el secretario adjunto para Asuntos Antinarcóticos de Estados Unidos David Johnson, dijo que en el negocio del narcotráfico en México participan "directamente" unas 150.000 personas y mueve entre 15.000 millones y 25.000 millones de dólares al año.

La ola de violencia desatada por el crimen organizado que azota a México desde hace tres años se ha cobrado en ese periodo cerca de 10.000 vidas.