El lado femenino del arte saca las uñas y consigue ganar el tiempo perdido

Valladolid.-  Las distintas maneras de ver el arte en los ojos de una mujer con nombres que van desde Yoko Ono y Tamara de Lempicka a María Blanchard y Ouka Leele se alían para luchar contra la historia y poner el lado femenino a la altura de la circunstancias, que poco tienen que ver con las barreras de antaño.

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(EFE)

La artista mexicana Frida Khalo en una de las štrajinerasš de Xochimilco. EFE/Archivo

Aunque hasta 1884 no se realizó la primera exposición protagonizada solamente por mujeres, ahora, las cosas han cambiado y el arte y sus mecenas se llevan mejor con la perspectiva femenina, como se demuestra en una exposición que se ha inaugurado hoy en Valladolid con el nombre "Creadoras del siglo XX".

Más allá de reivindicaciones feministas, pretende mostrar creadoras, talento y sentimiento.

En torno a cuarenta obras permiten dar un paseo por los movimientos artísticos desarrollados en los últimos cien años, que comienza con la tortuosa vida de la cántabra María Blanchard y finaliza con el vídeo-arte más contemporáneo de Marina Núñez.

Se trata de escultura, pintura, dibujo y fotografía enrolados con el surrealismo, el expresionismo o el cubismo con un resultado: el fin de un camino difícil pero satisfactorio para un género femenino que no fue hasta el siglo XVIII cuando logró ser aceptado en el mundo del arte.

La muestra "no es ni feminista ni masculina, sino de grandes artistas", ha explicado a Efe la comisaria de la misma, Marisa Oropesa, convencida de que la revolución liberal francesa (1789) supuso un antes y un después para las artistas.

"Antes la mujer era la musa, la modelo, la madre, la amiga y la hermana, pero no se la veía como artista", ha añadido antes de asegurar que a principios del siglo XX fue cuando las pintoras y escultoras se adentraron de una forma "más ruidosa".

La declaración de amor literaria de Frida Kahlo a Diego Rivera o "las llaves que abren al cielo" de Yoko Ono consiguen homogeneizarse con el herbario pictórico de Norah, la hermana artista de Jorge Luis Borges, o con la fotografía realista de Cindy Sherman y la mural de Ouka Leele.

El protagonismo de Frida se hace presente en tres instantáneas realizadas por Gisèle Freund y que homenajean a la mexicana en su casa de Coyoacan (México).

El bronce contorsionado de Meret Oppenheim protagoniza el aspecto escultórico de la exposición, que se presenta en Valladolid con obras inéditas de artistas como Maruja Mallo.

Como puntilla, frases extraídas casi directamente del pensamiento de las artistas complementan los marcos de las obras.

"A veces por camino del arte experimento súbitas pero fugaces iluminaciones y entonces siento por momentos una confianza total, que está más allá de la razón", espetó en su día Vieira da Silva, mientras que María Blanchard asumió: "No tengo talento, lo que hago lo hago sólo con mucho trabajo".

La exposición, organizada por la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Valladolid, estará disponible en la sala de exposiciones del Museo de la Pasión de Valladolid hasta el 22 de marzo.