Las bajas temperaturas dificultan la actividad agrícola y ganadera

Pamplona.-  Las bajas temperaturas diurnas y las heladas nocturnas generalizadas registradas en Navarra a lo largo de la última semana han dificultado la actividad agrícola y ganadera en buena parte de la geografía foral.

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(EFE)

Un ganadero junto a su perro se dirige con su tractor a por el ganado para llervarlo a cotas más bajas tras la nevada caída el pasado mes de diciembre en Navarra. EFE/Archivo

Según se desprende de los datos recogidos en el Informe semanal sobre la situación del campo, elaborado por el departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, la última semana se ha caracterizado además por la presencia de intensos bancos de niebla, jornadas con precipitaciones generalizadas y nieve.

Estas circunstancias han condicionado la actividad agrícola en los secanos cerealistas, en los que la actividad continúa siendo escasa.

Los suelos están pesados y los cultivos, en líneas generales, presentan buen aspecto y están entrando en pleno proceso de ahijamiento, si bien las bajas temperaturas limitan el desarrollo aéreo de la planta en detrimento del radicular.

El informe reseña además los problemas que se están dando en siembras más tardías de zonas problemáticas por su humedad, donde el cultivo con fenologías de 1 a 3 hojas está sufriendo las bajas temperaturas y el exceso de humedad, condicionando seriamente su desarrollo.

En el capítulo de abonados y tratamientos, indica que se procede con dificultades y que se aprovechan las heladas matinales para entrar en el campo.

Así se está aportando la primera mano de nitrogenados en la Cuenca de Pamplona, Pirineos, Tierra Estella y Zona Media, donde este año, más si cabe, se ajusta la dosis para reducir los altos costes de producción.

En cuanto a herbicidas, la dificultad para realizar los tratamientos unida a fenología en la que se encuentran muchas parcelas va a limitar la aplicación que se pretendía de radiculares ("baratos") y se tendrá que tratar con los foliares ("caros").

El informe añade con respecto a otros cultivos que las habas caballares sufren algo de pérdida de masa foliar debido a las fuertes heladas; las colzas, que se encuentran en estado fenológico de roseta y de momento aguantan bien el rigor del invierno.

La meteorología también ha condicionado la actividad en los cultivos de regadío, que se ha visto ralentizada y en algunos casos con parada vegetativa.

Así, la alcachofa no logra sobreponerse a las adversidades invernales y cada día son más las parcelas en las que manifiestan los rigores de las heladas, no sólo en el oscurecimiento de las cabezas sino con lesiones más importantes en la planta.

En crucíferas, una de las familias más afectadas, hay unas producciones y calidades inferiores a las habituales en bróculi y coliflor, lo que repercute especialmente en la industria congeladora; mientras que la humedad dificulta la recolección de la endivia y la remolacha azucarera.

Los cultivos forzados bajo plástico también padecen los rigores invernales y dado el poco desarrollo de las plantas los agricultores espacian los cortes de las verduras en intervalos más largos.

También el tomate en hidropónico se ha visto afectado por el tiempo cuando ya estaba plantado al necesitar mayor calorifugación para compensar las bajas temperaturas y que la planta no sufra en su desarrollo vegetativo.

En lo que a ganadería se refiere, el informe señala que el otoño-invierno está obligando a la estabulación de gran parte de la cabaña ganadera, con el consecuente aumento de los costes de producción.