Niños, este año los Reyes Magos os van a traer un tebeo

A pesar de los muchos esfuerzos y avances, todavía queda en el subconsciente colectivo la coletilla de que los tebeos son para niños. Resulta paradójico el hecho de que cada vez hay menos cómics en el mercado dirigidos especialmente a un público infantil, y es que el medio debe luchar una dura batalla contra la televisión, Internet o las consolas.

Aún así, hay editoriales que han decidido apostar claramente por un producto dirigido a los más pequeños, y es que si la literatura infantil mueve decenas de miles de ejemplares, ¿Por qué no intentarlo con los cómics?

Recomendamos en estas fechas dos propuestas de Bang ediciones en su colección Mamut que destacan entre otras cosas por un cuidadísimo diseño y una edición sencillamente exquisita.

Lo mejor de todo esto es, por supuesto, que si no les gustan a tus hijos, sobrinos o nietos o lo que sea, siempre los vas a poder disfrutar tú.

• Astro- Ratón y Bombillita: Parece que chispea: el primer acercamiento de Fermín Solís al cómic infantil está protagonizado por dos astronautas nada normales. Son un Ratón y una bombilla y su misión, aunque ya se han olvidado de cual es, es descubrir si la luna está hecha de queso. Mientras lo descubren, pasarán por enormes aventuras, entre las cuales tendrán que enfrentarse a luchadores enmascarados, un planeta habitado por chicles de menta y fresa en eterna lucha y problemas más coitidianos como un vater atascado en la inmensidad del espacio…

El autor se hace perfectamente con la técnica del dibujo simple y claro, sin abusar de viñetas, con una planificación cuidada y unos colores muy armoniosos. El humor también forma parte de la trama que, queda claro, va dirigida al segmento de los más pequeños.

Se echa en falta una manera más clara de separar los gags o las distintas partes de las historias que forman un todo, pero sin duda, disfrutable 100%.


• Puck. El beso de la sirena: el segundo número de la colección Manut cuenta con guiones de Stygrt y dibujos de Dani Cruz y está enfocado a unos niños más creciditos que al que va enfocado el de Fermín, pues los giros, tramas, y recursos técnicos que utilizan, muchos de ellos herederos del manga, podrían resultar demasiado confusos a más de un niño que esté empezando a desenvolverse en esto de los cómics.

La historia aquí tiene elementos más fantásticos, y cuenta como los últimos gnomos que quedan en el mundo están a punto de ser descubiertos por la torpeza del protagonista, así que éste tendrá que remediar sus propios errores. Además, los gnomos también se tendrán que enfrentar a la ambición de otros de sus notables, que está dispuesto a vender a los humanos el viejo teatro donde se alojan.

Dos buenas opciones que seguro que los chavales saben apreciar, si conseguís dejar de acariciar el suave tacto de su portada, el relieve, las esquinas redondeadas, y sois capaces de envolverlos en papel de regalo.

* Ricardo Mena es nuestro experto en cómics.