Groenlandia vota mirando a la independencia con el "sí" como claro favorito

Copenhague.-  Groenlandia afronta hoy un referendo sobre una amplia reforma de su estatuto de autonomía, que abre las puertas a la futura independencia de Dinamarca, con pronósticos claros de triunfo del "sí".

ampliar foto

(EFE)

La Autoridad Electoral ha pronosticado una participación del 60 por ciento y que los resultados estén listos dos horas después del cierre de los colegios, a las 22.00 hora local (2.00 GMT).

Una encuesta difundida por el diario groenlandés "Sermitsiaq", elaborada a partir de 1.000 llamadas telefónicas, apunta a una victoria de la reforma con al menos un 61 por ciento de los votos, frente a un 15 por ciento de sus detractores.

Pero las proyecciones de voto contando con los indecisos apuntan a un apoyo de hasta el 80 por ciento, una cifra que entra dentro de lo posible, considerando que sólo un partido groenlandés, "Los Demócratas" -que obtuvo el 16 por ciento de los sufragios en los últimos comicios autonómicos-, apoya el "no".

Varios políticos acudieron hoy a votar a primera hora de la mañana en Nuuk, la capital, vestidos con el traje tradicional groenlandés, entre ellos el presidente autonómico, Hans Enoksen.

El propio Enoksen encabezó anoche una procesión con antorchas por la ciudad en la que participaron cientos de personas a favor del nuevo estatuto, que reconoce el derecho a la autodeterminación, amplía al máximo las competencias del Gobierno autonómico y le otorga el control de los hipotéticos ingresos procedentes del subsuelo.

El referendo es de carácter consultivo y deberá ser ratificado luego por los parlamentos de Nuuk y Copenhague, pero hay un acuerdo implícito de todas las fuerzas políticas para respetar su resultado.

Si todo ocurre como está previsto, el nuevo estatuto entrará en vigor el 1 de junio de 2009, coincidiendo con los 30 años de la autonomía groenlandesa, una de las dos que incluye el Reino danés; la otra, las Islas Feroe, ya alcanzó un estatus similar en 2005.

La Autoridad Electoral ha pronosticado una participación del 60 por ciento y que los resultados estén listos dos horas después del cierre de los colegios, a las 22.00 hora local (2.00 GMT).

El referendo sobre la ampliación de la autonomía es la culminación a un largo proceso que se remonta 8 años atrás y en el que han participado distintas comisiones parlamentarias, la última de ellas una mixta danesa-groenlandesa cuya propuesta final de reforma se vio retrasada por culpa del principal escollo en las negociaciones: el reparto de los ingresos del subsuelo.

Según estimaciones recientes bajo su subsuelo podría haber reservas de crudo equivalentes a la mitad de las de Arabia Saudí, lo que permitiría a un país que vive de la pesca y la subvención anual de Copenhague -el 27 por ciento de su PIB- ser autosuficiente.

Ambos gobiernos han acordado que la subvención estatal de 3.200 millones de coronas (unos 429 millones de euros) se reducirá progresivamente con una cantidad que corresponderá a la mitad de los hipotéticos ingresos anuales del subsuelo que superen los primeros 75 millones de coronas (algo más de 10 millones de euros).

En el caso de que la subvención se reduzca a cero, ambas partes deberán renegociar sus futuras relaciones económicas.

El nuevo estatuto abre a Groenlandia el acceso a competencias como política penitenciaria, policía, tribunales, extranjería y control de fronteras y transporte aéreo, de cuya financiación deberán encargarse las autoridades de Nuuk una vez que las asuman.

Sólo seis áreas seguirán bajo control danés: Constitución, nacionalidad, Tribunal Supremo, defensa y seguridad, política monetaria y de divisas y política exterior, si bien las autoridades groenlandesas deben ser tenidas en cuenta en cuestiones internacionales que afecten a su territorio.

Las autoridades han concedido licencias de exploración a varias compañías petroleras, pero el hielo dificulta la extracción, desde el punto de vista tecnológico y económico, lo que añade un alto grado de incertidumbre a la fecha de una hipotética independencia, que según los más pesimistas es inviable a medio plazo.