El fiscal mantiene la petición de 40 años de cárcel para dos acusados de atracar bancos

Valladolid.-  El fiscal ha mantenido hoy la solicitud de penas que suman cuarenta años de prisión para dos hombres, Jose Luis F.B. y César G.T., juzgados en Valladolid por atracar dos sucursales bancarias con un subfusil y una pistola, acusación que han rechazado los dos encausados.

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(EFE)

Un momento del juicio que se ha iniciado hoy en Valladolid contra dos hombres, para los que el fiscal pide penas que suman cuarenta años de prisión por atracar dos sucursales bancarias, armados con un subfusil y una pistola, con las que intimidaron a empleados y clientes.

El juicio se ha desarrollado en la Audiencia de Valladolid por hechos ocurridos el 8 de febrero pasado en dos oficinas de Caja Duero, ubicadas en las calles Huelgas y José Luis Arrese de Valladolid, en las que los supuestos autores obtuvieron un botín de 1.325 euros en total.

José Luis F.B. ha asegurado durante la vista oral que el día del suceso sí llevaba un subfusil, en concreto un "Cetme", que había adquirido en Madrid el fin de semana previo a los atracos y que portaba como defensa, como precaución porque estaba "amenazado".

Ha negado que acudiera con el otro encausado a asaltar las dos oficinas bancarias y ha dicho que se encontró con él en la Plaza de Portugalete de Valladolid poco antes de que la Policía detuviera a ambos.

Ha argumentado que, el 8 de febrero pasado, se encontraba trabajando en el cementerio, para la empresa de mármoles de la que era empleado, una función por la que iba bastante abrigado, con un gorro y una braga -prendas que también llevaban los atracadores-.

Sobre el momento de su detención, ha negado que encañonase con el subfusil que portaba al agente que le identificó y ha subrayado que "si apuntas a alguien así ni parpadea", mientras el policía sí le quitó el arma sin que él se resistiese.

El otro encausado ha negado también que participase en los dos asaltos y ha explicado que acudió a recoger las llaves del coche de una amiga -con el que según el Fiscal huyeron ambos tras cometer los atracos-, sin que llegase a usar el vehículo en esa fecha.

Ha agregado que después fue a comprobar si había cobrado el paro y, al regresar de nuevo en dirección a la tienda de su amiga, se encontró con el otro acusado.

"No sé si se está montando un complot policial; hace muchos años la Policía está encima de mí, tengo manía persecutoria", ha dicho César G.T., quien ha rechazado además que acudiese a entidad bancaria alguna con el otro acusado ese día, ya que sólo son "conocidos" y ese día se encontraron.

Acerca de una llamativa cazadora de color naranja que usó uno de los atracadores en una de las entidades bancarias asaltadas, ha asegurado que no dispone de una cazadora de ese color en su vestuario porque no es de su gusto.

Los policías que han comparecido como testigos en la vista oral han explicado, en el caso de César G.T., que salió corriendo cuando los agentes de paisano fueron a identificarle, hasta que fue arrestado en una calle cercana, tras un recorrido en el que fue "arrojando" o se le fueron "cayendo" una pistola, unas llaves y monedas.

Respecto al arresto del otro encausado, uno de los policías que lo practicó ha explicado que, al identificarle, "hizo un movimiento extraño", y vio que el supuesto autor portaba en una mano, bajo un abrigo, un arma cuyo cañón dirigió hacia el agente.

En esos momentos, el policía le redujo, acompañado de una agente, sin que el ahora encausado se mostrase violento, y oyó cómo decía la frase "me habéis pillado" en un tono como de abatimiento.

De los empleados de las oficinas bancarias asaltadas que comparecieron en la vista oral como testigos, ninguno pudo identificar a los dos acusados como autores del atraco, ya que los asaltantes llevaban la cara prácticamente tapada.

El fiscal ha mantenido en concreto penas que suman veinte años para cada uno de los acusados por delitos de robo con intimidación y uso de arma peligrosa, por depósito de armas de guerra y por atentado.

La defensa de César G.T. ha demandado la absolución y la del otro acusado ha pedido una condena sólo de un año y seis meses de prisión por tenencia ilícita de armas -por llevar el subfusil-.