El ex compañero de la navarra desaparecida vuelve a insistir en su inocencia

Estella (Navarra).-  El ex compañero sentimental de la vecina de Estella María Puy Pérez Ezpeleta, desaparecida desde el sábado, ha vuelto a insistir hoy en su inocencia y, a su llegada al Juzgado de esta ciudad navarra para prestar declaración, ha asegurado: "yo no he sido".

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(EFE)

El ex compañero sentimental de la vecina de Estella María Puy Pérez Ezpeleta, desaparecida desde el sábado, conducido por efectivos de la Policía Foral al Palacio de Justicia de Estella para prestar declaración ante el juez.

Este hombre, J.M.M.D. de 50 años, natural de Lodosa y vecino de Ayegui, ha vuelto hoy al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Estella tras haber sido acusado de quebrantar el mismo día de la desaparición de la mujer una orden de alejamiento y de un delito de tenencia ilícita de las armas encontradas en el registro de su domicilio.

Su declaración de ayer tuvo que se suspendida al sufrir el acusado un desmayo por una bajada de azúcar, aunque antes, cuando llegaba a la sede judicial y se le preguntó por el paradero de la desaparecida, se limitó a decir en varias ocasiones: "soy inocente".

"Más tarde o más temprano se sabrá la verdad, toda la verdad. Yo no he sido", ha vuelto a repetir hoy ante los numerosos periodistas que le esperaban en la puerta del Palacio de Justicia, donde ha llegado a las 10:00 horas, esposado y acompañado por efectivos de la Policía Foral y la Guardia Civil.

De su declaración ante el juez sin embargo no ha trascendido nada dado que el magistrado ha decretado secreto de sumario.

Al detenido se le imputan los delitos de desobediencia grave, por quebrantar una orden de alejamiento sobre la desaparecida, por el que se le podría imponer una pena de 6 meses a 1 año, y otro de tenencia ilícita de armas, por podría ser de 1 a 3 años por no estar habilitado, y de 2 a 4 años de cárcel, porque se localizaron modificadas.

En concreto, en el registro de su domicilio en Ayegui, el pasado lunes, la Policía Foral se incautó de una escopeta y dos pistolas artesanales, una ballesta de fabricación propia, así como munición para estas armas, y un arpón de submarinismo.