Los policías franceses se arman con Taser... como los españoles

Los policías municipales franceses son los últimos en unirse al grupo de los agentes que pueden utilizar pistolas eléctricas (las polémicas Taser) durante el ejercicio de su profesión. Esta misma semana, las autoridades del país galo han aprobado un decreto que extiende el uso de este tipo de 'armas no letales' a los agentes municipales, algo que ya hacían sus homólogos nacionales y regionales desde 2004 y que también permite la legislación española.

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Agentes con armados con una pistola y una Taser.

El oficial Meliá tiene una de estas armas a su disposición. Es el Jefe de la Policía Local de Alcalá de Xivert, un pueblo de Castellón con cerca de 7.000 habitantes y 30 agentes municipales. Desde que hace tres meses tomó posesión de su cargo, la pistola Taser con la que cuentan en la comisaría desde hace más de cuatro años se encuentra bajo llave. "Decidí que no se utilizara hasta que todos los agentes recibieran la formación adecuada para utilizarlas". Al igual que la nueva normativa francesa, la española establece que los policías tienen que estar instruidos en el uso de este tipo de armas. Hasta ahora, sólo 10 de los 30 policías municipales de Alcalá de Xivert reunían los requisitos necesarios para manejar la Taser: tener formación y recibir la autorización por parte de la autoridad competente, en este caso el ayuntamiento.

El caso de Alcalá de Xivert es más una excepción que algo común. Los dispositivos de defensa eléctricos no están generalizados en nuestro país pero su uso sí está legalmente aceptado por el Reglamento de Armas, que establece que "queda prohibida la publicidad, compraventa, tenencia y uso, salvo por funcionarios especialmente habilitados, y de acuerdo con lo que dispongan las respectivas normas reglamentarias" de defensas eléctricas. El hecho de que sea cada uno de los municipios el que tenga la última palabra a la hora de adquirir estas armas hace que sea difícil mantener un control sobre el número total de Taser que están en manos de los agentes españoles.

Sin embargo, tanto la policía de Alcalá de Xivert como la de otros municipios con estos dispositivos aseguran que rara vez han utilizado las pistolas en un acto de servicio. Entonces, ¿para qué tenerlas? "Son un arma que te permite inmovilizar a alguien en casos de gravedad, sin tener que utilizar otros dispositivos que pueden causar mayores daños como las armas de fuego o los sprays que pueden afectar a la vista. Son el arma del futuro para los agentes", asegura Meliá. "Lo ideal sería es que hubiera una en todos los vehículos policiales porque nunca sabes en qué momento vas a tener que utilizarla".

España se lo toma con calma

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Mientras que Francia abre las puertas al uso de las Taser, en España las autoridades comienzan a pensárselo dos veces, en parte por los escándalos surgidos por su uso indebido, como el que hace menos de un año tuvo lugar en Vancouver. La muerte de un ciudadano polaco tras recibir dos impactos eléctricos disparados desde una de estas controvertidas armas sacudió a la opinión pública. En España, la mayor polémica tuvo lugar cuando se relacionó su uso con la muerte de Juan Martínez Galdeano, en el llamado 'caso Roquetas'.

En este sentido, la labor de grupos como Amnistía Internacional (AI), que hace un año presentó el informe 'Voltios sin control' para pedir que no se usara este tipo de armas hasta que se comprobara sus consecuencias reales sobre la salud, ha empezado a dar sus frutos. Tal y como indican desde AI "según las conversaciones que hemos mantenido con las diferentes autoridades, la tendencia parece ser que va encaminada a no adquirir ni usar este tipo de armas en España". Hasta el momento, no existen informes concluyentes sobre la magnitud de los efectos que provocan estas descargas de hasta 50.000 voltios pero AI denuncia que su uso ha estado relacionado con la muerte de 269 personas en Estados Unidos, el país en el que se encuentran más extendidas, junto a Canadá.

La Generalitat de Catalunya fue la primera en poner bajo llave las Taser que habían adquirido, hace casi un año. Lo mismo ocurre en el Ayuntamiento de Arona (Tenerife), donde las pistolas eléctricas "están como si no existieran", custodiadas por el Jefe de Policía y sin uso alguno. El resto de municipios de Canarias —comunidad en la que más proliferan estas armas— podrían hacer lo mismo si el próximo viernes la Consejería de Presidencia, Justicia y Seguridad llega a un acuerdo con la Comisión de Coordinación de Policías Locales para "abordar este tema y concluir si se regula o se prohíbe su uso, aunque desde la Consejería se ha instado a los Ayuntamientos a no usar estos dispositivos. Según aseguran desde el gobierno canario, esta inicitiva se debe a los compromisos que adquirieron con AI.