Los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU fracasan en África

Zaragoza.-  En el año 2000, las Naciones Unidas fijaron los Objetivos de Desarrollo del Milenio, ocho retos que 191 países se comprometieron a conseguir antes de 2015 y que han tenido un resultado desilusionante en África, donde el año 2002 había un 30 por ciento más de gente con acceso a agua potable que en 2006.

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(EFE)

El viceministro de Agricultura, Agua y Bosques namibio, Isak Katali (2d), acompañado por el comisario de la Expo de Zaragoza, Emili Fernández-Castaño (3d), ha visitado hoy la muestra, donde se ha dedicado el día a su país.

Así ha resumido la situación el director de la Oficina de Naciones Unidas para la Década del Agua, el boliviano Carlos Fernández Jáuregui, en el marco de la Tribuna del Agua de la Exposición Internacional de Zaragoza, con motivo de la celebración de AFRICagua.

Se trata de una cita en la que 73 entidades africanas y españolas establecen lazos de colaboración para avanzar en la lucha contra la pobreza, la mejora del acceso al agua potable y el desarrollo económico de las comunidades.

Fernández Jáuregui, un experto en hidrología, ha indicado que, sobre los recursos hídricos, la población africana ha sufrido un retroceso, ya que en los últimos seis años las personas que no tienen acceso a agua han aumentado en un 30 por ciento, mientras que las políticas de saneamiento se mantienen igual.

En su conferencia "El agua en África y los Objetivos de Desarrollo del Milenio", ha advertido que no es verdad que haya escasez de recursos hídricos sino que lo que hace falta es más infraestructuras y una mejor gobernabilidad de este recurso.

"Hoy en día tenemos menos información integral sobre agua en el mundo que hace treinta años", ha señalado el representante de la ONU, para quien el cierre de las instituciones que antes estudiaban los recursos hídricos ha sido una de las peores decisiones que se han podido tomar.

Al respecto, ha recordado que en 2015 la mayoría de la población mundial vivirá en grandes metrópolis, una tendencia que continuará hasta originar "graves problemas" de abastecimiento de agua.

A pesar de estos problemas y desequibrios, ha querido dejar claro que el agua no es una fuente de conflictos sino de cooperación, y ha recordado que en los últimos cien años ha habido más acuerdos para compartir recursos hídricos que problemas por su distribución.

Con respecto a la gestión del agua, se ha mostrado muy crítico con el papel que desempeñan los políticos, porque los recursos hídricos deben ser "una cuestión de Estado" y tratarse a largo plazo, como ocurre con los temas de seguridad, y no cambiar las estrategias sobre el agua cada cuatro años, ha manifestado.

"A los políticos no les interesa inaugurar letrinas porque no es fotogénico", ha manidestado Fernánez Jáuregui, quien ha añadido que no se puede entender cómo pueden permitir que haya 1.200 millones de personas sin acceso a agua y 2.600 millones sin saneamiento.

Con 1.000 millones de dólares anuales sería suficiente para solventar el problema del acceso al agua en todo el mundo y con 4.000 millones el de saneamiento, ha añadido, antes de recriminar la falta de palabra de los países ricos a la hora de cumplir con sus compromisos de ayuda, como el de destinar el 0,7 por ciento del producto interior bruto a cooperación.

Según Fernández Jáuregui, los problemas principales que impiden avanzar en el buen camino de la gobernabilidad del agua son: la ausencia de instituciones apropiadas que gestionen los conflictos; la falta de compromiso político; y la necesidad de una mayor inversión financiera.

Es "primordial" ampliar el conocimiento y la información en la gestión de los recursos hídricos y encarar el desafío técnico para mejorar la distribución y el sanemiento en las zonas rurales.