La mujer intoxicada al beber un líquido corrosivo permanece en estado grave

Piñor (Ourense).-  Elia Roqueiro, la mujer que el pasado viernes resultó intoxicada tras beber de una botella de agua que contenía un líquido corrosivo, permanece ingresada en observación en la UCI del Hospital Cristal Piñor de Ourense, donde se mantiene estable, dentro de la gravedad, según han informado a Efe fuentes del centro sanitario.

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(EFE)

La mujer que el pasado viernes resultó intoxicada tras beber de una botella de agua que contenía un líquido corrosivo permanece ingresada en observación en la UCI del Hospital Cristal Piñor de Ourense.

Los hechos ocurrieron el mediodía del pasado viernes en un bar de la localidad orensana de Cea donde la afectada, que acudió allí a comer junto a su familia, compró una botella de agua para beber, que resultó dañina.

Fuentes de la empresa Aguas de Cabreiroá, donde se envasó el agua, manifestaron a Efe su "interés" porque se aclare "cuanto antes" lo ocurrido, y certificaron la "inviolabilidad" de todo su proceso de envasado, a la espera de que la analítica, que se le está practicando al líquido que contenía la botella, determine de qué sustancia se trata.

Según indicaron, la partida de agua de donde procedía la botella contaminada ya fue analizada y se certificó que estaba en buen estado.

En declaraciones a Efe, el marido de la mujer intoxicada, José Manuel Otero, explicó que su esposa empezó a sentirse mal después de dar "el único y fatídico trago" a la botella de agua que acababa de comprar y que ella misma abrió.

"Comenzó a gritar que se quemaba y que se moría y pedía agua fresca, hasta que empezó a vomitar", dijo.

Según indicó, inmediatamente se desplazaron hasta el Centro de Salud de la localidad, donde le hicieron un primer lavado de estómago y posteriormente, un helicóptero la trasladó hasta el Complejo hospitalario.

Explicó que para corroborar que la indisposición de su mujer se debía al líquido que contenía la botella y no al propio vaso, el mismo bebió un trago y enseguida empezó a notar sus efectos.

"Bebí un poco de esa agua, sin llegar a tragar el líquido, y enseguida me empezó a escocer la lengua y el paladar y escupía algo como si fuese piel", describió el marido de la afectada, que también tuvo que estar 30 horas en observación en el hospital.

"Doy gracias a Dios porque hubiese sido un día laborable y porque el Centro de Salud estuviera abierto ya que, de lo contrario, no hubiera sido así", reconoció.