Protestas y bloqueos caldean el ánimo en víspera del paro nacional en el Perú

Lima.-  Gremios agrarios y organizaciones regionales de Perú se adelantaron con bloqueos de carreteras y marchas a la huelga nacional de mañana contra la política económica y social del Gobierno, que, para reforzar la seguridad, recurrió al Ejército.

En un clima de tensa calma, unas 2.000 personas se manifestaron en Cuzco en respuesta a un paro agrario de 48 horas convocado contra varios decretos aprobados para adecuar la legislación peruana al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, que incluye la promoción de la inversión privada en comunidades campesinas.

Precisamente la ciudad de Cuzco, referente turístico del país, acogerá desde mañana, miércoles, dos reuniones financieras preparatorias del Foro de Cooperación Económica del Asia Pacífico (APEC), cuyo normal desarrollo ha sido garantizado por las autoridades cuzqueñas.

Pero la concesionaria PerúRail canceló hoy y mañana el servicio de trenes entre Cuzco y la ciudadela inca de Machu Picchu como medida preventiva, dado que algunos piquetes bloquean ya varias vías alrededor del Valle Sagrado de los Incas.

Los manifestantes también han colocado piedras en las carreteras que unen Cuzco con las regiones de Puno, Apurímac y Arequipa, y han abierto zanjas en la vía a la reserva de gas de Camisea, la más importante del país, para evitar el tránsito, reveló un portavoz policial.

En Puno, fronteriza con Bolivia, así como en Áncash, región al norte de Lima, el transporte urbano y rural ha sido afectado por bloqueos de campesinos, y en la central Huancavelica el comercio cerró sus puertas, de acuerdo a emisoras radiales.

En la región de Ayacucho, el epicentro del conflicto interno (1990-2000) y una de las zonas más pobres, otros dos mil manifestantes han protestado contra el despliegue de soldados estadounidenses en la zona, donde realizan labores humanitarias, dijo a Efe una fuente policial.

Los ayacuchanos protestan además contra el incremento del costo de vida (la inflación del primer semestre fue de 3,51 por ciento), así como el cumplimiento de promesas gubernamentales para la lucha contra la pobreza en esa región.

En la Amazonía, abundan los bloqueos de carreteras y salidas fluviales en varios puntos, que se unen a una marcha de al menos 5.000 personas en la ciudad de Pucallpa, como parte de otra huelga de 72 horas para exigir al Ejecutivo que archive la denominada "Ley de la Selva", que promueve la inversión privada en agroforestación.

Estas acciones caldean el ambiente la víspera del paro nacional convocado para mañana por la Confederación General de Trabajadores de Perú (CGTP) contra el incremento del costo de vida, las privatizaciones, la defensa del campo y la "criminalización" de la protesta social, entre otros.

Para prevenir la violencia, el Gobierno del presidente Alan García ordenó a los militares que resguarden puntos estratégicos, como los puertos, aeropuertos, servicios básicos y centrales eléctricas, al tiempo que advirtió de que los agitadores pueden ser sancionados hasta con 8 años de prisión.

En declaraciones a Radio Programas del Perú (RPP), el ministro del Interior, Luis Alva Castro, intentó poner paños fríos a las críticas contra el despliegue militar, al asegurar que "las Fuerzas Armadas no estarán en las calles, sino la Policía resguardando el orden y la seguridad".

Políticos opositores y sindicalistas también han acusado al Ejecutivo de "satanizar" la huelga mediante un anuncio publicitario, elaborado por el oficialista Partido Aprista con supuestos fondos de las Naciones Unidas.

En el anuncio se vincula a los sindicatos con declaraciones del ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos.

Además, la ciudad de Lima amaneció desde el lunes con decenas de pancartas colocadas cerca de edificios estatales en las que se lee el mensaje "No al paro, no al terror".

A pesar de haber alcanzado un crecimiento económico de 8,3 por ciento en 2007, Perú es escenario de constantes protestas sociales.