Marisa Rivera-Albert, una vida dedicada a promover el liderazgo latino

Jersey City (Nueva Jersey).-  Marisa Rivera-Albert, quien durante diez años fue la presidenta del Instituto Nacional de Liderazgo de Hispanas, (NHLI, en inglés) utiliza ahora su experiencia para extender su trabajo hacia Latinoamérica

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(EFE)

Marisa Rivera-Albert, quien durante diez años fue la presidenta del Instituto Nacional de Liderazgo de Hispanas, (NHLI, en inglés) utiliza ahora su experiencia para extender su trabajo hacia Latinoamérica.

Nacida en San Juan, Puerto Rico, hace 48 años, Rivera-Albert llegó a los Estados Unidos a finales de la década de 1970 para estudiar en la universidad.

"Comencé a estudiar en Indiana y después me transferí a la American University, en Washington DC, donde obtuve mi titulo en Comunicaciones y Relaciones Públicas", dijo en entrevista con Efe.

Su formación académica continuó en Western Illinois University, donde en 1995 concluyó su maestría en educación científica.

Casada con un cubano desde hace más de 25 años y madre de tres hijos, Rivera-Albert, en su rol de esposa y madre, acompañó a su esposo Juan en asignaciones de trabajo en Panamá y Honduras, países donde vivió durante seis años.

"Esa experiencia me sirvió para conocer mucho más la realidad latinoamericana, el rol de la mujer en otras partes del mundo y para tener una visión mucho más global de las cosas", comentó la activista boricua, quien en Panamá se desempeñó como representante de prensa de la Embajada de los Estados Unidos.

Cuando regresó a Norteamérica, vivió en Moline, Illinois y allí trabajó en Black Hawk College y Western Illinois University.

En ambas instituciones su trabajo consistía en facilitar a los estudiantes de minorías el acceso a la universidad.

"Yo pienso que una de las cosas más importantes para llegar a ocupar posiciones de liderazgo es la preparación, la obtención de credenciales que nos hagan buenos candidatos para optar, con competencias demostrables, a los cargos donde se toman las decisiones", explicó la presidenta saliente del NHLI.

"Nuestro trabajo ha sido arduo y, ciertamente, a través de diferentes programas en el NHLI hemos contribuido a aumentar las cifras de hispanos, especialmente mujeres, en puestos de comando, pero las estadísticas nos dicen que aún falta mucho por hacer", agregó.

Hasta la fecha más de 600 mujeres han participado en los programas del NHLI y para tener acceso a ellos es necesario que las mujeres sean profesionales, que estén desempeñando acciones de activismo bien sea político, comunitario, corporativo o financiero, entre otros.

"Es importante que las mujeres ya estén establecidas de alguna forma en sus carreras porque lo que buscamos es dar un impulso definitivo para llevarlas a ocupar posiciones mucho más elevadas, mucho más importantes, necesitamos más líderes mujeres, más líderes latinas y la necesidad es urgente, por eso las participantes deben tener ya un camino recorrido", enfatizó.

Luego de más de una década al frente del NHLI, Rivera-Albert cree que es hora de expandir sus horizontes más allá de las fronteras de la nación americana y trabajar de la mano también con las mujeres en Latinoamérica.

Para ello fundó la empresa Mpowerment Works, de la cual es presidenta y con la que se propone recorrer al mundo para llevar un programa de trabajo que busca inspirar, formar y preparar a las mujeres interesadas en asumir roles de comando.

"Mi sueño es mejorar al mundo y estoy convencida que para ello hace falta mucho más la participación de la mujer", dijo.