Incidentes en el juicio a presuntos etarras en París

París.-  El comienzo hoy en el Tribunal Correccional de París del juicio a cuatro presuntos etarras, uno de ellos fugitivo y por tanto juzgado en su ausencia, estuvo plagado de incidentes, protagonizados por los acusados y por sus allegados presentes en la sala.

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(EFE)

El presunto miembros del aparato militar de ETA Iñaki Arietaleaniz Tellería.

Los tres presuntos miembros del aparato militar de ETA sentados en el banquillo son Iñaki Arietaleaniz Tellería, Haymar Altuna Ijurco y su prima Maite Aranalde Ijurco, que fueron detenidos en Cap d'Agde (sur de Francia) en marzo de 2005.

El cuarto acusado, juzgado en rebeldía y objeto de una orden de arresto, es Aitzol Iriondo, "Xabi" o "Gurbitz", del que se sospecha que ocupa un puesto destacado en el aparato militar de ETA y que, según fuentes antiterroristas españolas, podría ser el miembro fugitivo del comando de ETA que asesinó a dos guardias civiles españoles en Capbreton (suroeste de Francia) el pasado diciembre.

Los investigadores sospechan que Iriondo fue quien alquiló, con documentación falsa, el estudio de Cap d'Agde, donde Altuna y Aranalde vivían y fueron detenidos, junto a Arietaleaniz, que había acudido a visitarlos, presumiblemente para darles instrucciones.

Cuando la presidencia del tribunal preguntó hoy a los tres presuntos etarras sentados en el banquillo que confirmaran sus identidades, dijeron que no iban a responder a las preguntas.

Arietaleaniz leyó una declaración en la que afirmó que no reconocen la legitimidad del tribunal para juzgarlos y rechazan "esta farsa".

Con el puño en alto gritaron "Gora ETA" (Viva ETA) y fueron aclamados por sus familiares y allegados presentes en la sala.

La presidenta de la corte, Anne-Marie Beauguion, se opuso a la negativa de los acusados a asistir al juicio, lo que dio lugar a un forcejeo, y ordenó desalojar a parte del público, que aclamaba a los juzgados y cantaba en euskera.

Finalmente los demás familiares y allegados abandonaron también la sala, pero siguieron gritando fuera, por lo que la presidenta pidió que fueran desalojados del recinto e interrumpió temporalmente la vista.