Humor costumbrista

Entendemos por costumbrismo la descripción de las costumbres típicas de un país o una región. Costumbrismo es una horda de energúmenos que, hasta las trancas de fino y jabugo, sacan en volandas una estatua de la ermita de El Rocío. Costumbrismo es un toro moribundo, sangrando por los agujeros de las banderillas y los puyazos, derrengado ante cientos de personas que, en pie, se rompen las manos aplaudiendo. Costumbrismo es un albañil diciendo piropos a una chica en minifalda, una señora de la limpieza discutiendo el precio de los tomates con una vecina o un camionero cantando "soy minero", con mucha pluma y unos pechos falsos, en un bar de carretera.

(La Sexta)

Santi Rodríguez y Eva González.

En televisión el concepto "costumbrismo", lejos de intentar variaciones positivas, se refuerza en sus miserias. El costumbrismo televisivo se ha convertido en la descripción de la parte más anacrónica, decrépita, casposa y rancia de las costumbres de un país o una región. Costumbrismo es la fuente de la que han bebido y vivido 'Aída', 'La familia Mata', 'Los hombres de Paco', 'Los Serrano', 'Ana y los siete', 'La que se avecina', 'Manolo y Benito corporeison', 'Aquí no hay quién viva' y así hasta el 99,9 % de las series españolas supuestamente cómicas.

"¿Qué es 'La tira', el misterio de la Sexta?", se preguntaban hace unos días algunas webs de televisión. Muy sencillo: una (mala) copia costumbrista de 'Camera Café', la excelente ficción de Telecinco. Para conseguir tan chusco producto han creado cuatro pequeños 'Camera café' temáticos, de unos cinco minutos de duración, y los han unido con unas cortinillas. A saber: un 'Camera cajeras de supermercado', un 'Camera gorilas de discoteca', un 'Camera madres en la puerta del colegio' y un 'Camera obreros instalados en casa'. Es decir, cuatro comedias de situación breves, con sus correspondientes decorados fijos, independientes entre sí, que se venden en un formato conjunto de media hora. Lo que es un 'Camera café' multiplicado por cuatro, pero añadiéndole el punto de costumbrismo gañán que empapa cada instante de, por ejemplo, 'Escenas de matrimonio'.

'La tira' es una serie de humor que ha nacido presumiendo de costumbrista. Lo cual, tal y como está la televisión, significa que sus guiones son simplones, están cargados de tópicos y faltos de imaginación. Para buscar la carcajada (la sonrisa es un concepto demasiado sutil para este tipo de productos) rocían con sal las heridas emocionales de la especie humana. Un ejemplo. Dos cajeras de un supermercado, unas jóvenes marujas sobrecargadas de maquillaje, mal peinadas y completamente estúpidas (como son las cajeras, ¿verdad, guionistas costumbristas?), se quedan ensimismadas cuando entra un guaperas…

Cajera 1: ¿Nos va a invitar a salir?

Cajera 2: Qué va, si tú ya estás salida.

Risas enlatadas. Y ni una más.

Un motivo para no ver la televisión

Las obras completas de Billy el Niño

Autor: Michael Ondaatje

Editorial: Punto de lectura.

Se acaba de editar, de forma sorprendente y en formato bolsillo, un curioso librito que analiza la vida de uno de los pistoleros más famosos de todos los tiempos. Billy el niño, que murió con 21 años después de matar a 21 personas, tuvo una vida agitada y una muerte, no podía ser de otra manera, violenta. Ondaatje, escritor nacido en Sri Lanka, mezcla en el texto prosa, poesía y fotografía, consiguiendo 130 páginas de una intensidad inolvidable.

Y es que pese a que Billy era todo un psicópata, capaz de contemplar impasible cómo un pollo picotea las heridas de un hombre al que acaba de disparar, Ondaatje sabe tratar la violencia que reina en el Oeste de finales del XIX. Y no sólo habla de pistolas, whisky y muerte. En su libro hay sacrificio, heroísmo, trabajo duro y hombres capaces de mear sin bajarse del caballo que pasan las noches "charlando despacio" de trenes y caballos.

Ésta es la canción que el bueno de Billy escribe a la señorita Angela D, "a la que todos conocéis… su cerebro es el único que se ha librado de la sífilis"…

La señorita Angela D tiene boca de abeja
Se te come la miel y te deja sin nada
Con los dientes te clava el aguijón en lo que más aprecias
Y se porta mejor cuando recibe el mejor dinero.
Su boca es un forajido
Que se traga tu aliento
Y con un muslo puede estrangularte
O romperte el pescuezo.

Si hubiese vivido algo más, Billy sin duda hubiese mejorado como poeta. No podía empeorar. Por eso me quedo con Dylan y su "Knockin' On Heaven's Door", de la banda sonora de la película "Pat Garret & Billy the Kid". En esta versión del 76 le acompaña el gran Roger Mcguinn con una Rickembacker de doce cuerdas…