La ciberdemocracia sigue débil

MADRID.-  A pesar del asalto de los políticos a internet y de los esfuerzos por fomentar el e-gobierno, la participación de los ciudadanos en actividades cívicas, políticas y en movilizaciones es todavía baja. La ciberdemocracia en España todavía está lejos de la democracia real.

(istockphoto)

Los resultados del estudio Internet en España (pdf) de la Fundación BBVA vuelven a poner de relieve que la política y la movilización ciudadana son fenómenos todavía emergentes en internet.

La información y la propaganda política son un contenido habitual de la web, pero para muchos ciudadanos la ciberdemocracia es sólo una palabra poco conocida.

Sólo un 12,3% de los españoles ha buscado información sobre iniciativas ciudadanas a través de internet en el último año. Un poco menos, el 12%, ha firmado una petición o correo electrónico en protesta o apoyo de alguna causa o campaña por internet. Muchos menos, sólo un 4,7% han acudido a alguna concentación o movilización convocada por internet. Y eso a pesar de que las fechas de realización del estudio coinciden con la precampaña y la campaña electoral en la que más se ha utilizado internet como instrumento político y de movilización. Pese a todo, tanto los internautas como los no usuarios de la web creen que la Red es útil para reunir firmas para alguna campaña.

La ciberdemocracia y el activismo político está todavía lejos de ser una fuerza importante para la democracia real.

La valoración de los encuestados en este estudio coincide con la de políticos y especialistas al fin de la campaña de las elecciones del 9-M.

Poca Política 2.0 y mucha política y propaganda tradicional repetida en internet, era la conclusión general. Pero también que internet es ya un elemento fundamental de la comunicación y la actividad de los partidos.

Para los internautas españoles, la web sigue siendo algo superficial, donde encontrar rápido información y entretenimiento, pero les cuesta unir sus actividades cotidianas que implican decisiones de actividad, compras o participación. Más de un 34% de los españoles continúa pensando que internet no es útil para la vida cotidiana.

Los autores del estudio de la Fundación BBVA lo explican definiendo internet en España como un espacio de comunicación interpersonal, de información y para el ocio y el entretenimiento.

Los resultados coinciden con el panel europeo publicado el mes pasado por la Comisión Europea.

El informe Europa i2010 revelaba que los españoles son más entusiastas que la media de los europeos en la lectura de prensa digital y las descargas (gratis, rápido, cómodo, son sus ventajas), pero a pesar de una alta accesibilidad de los servicios públicos y las administraciones a través de internet (58% a disposición de los ciudadanos en la Red, aunque otra cosa es la calidad y accesibilidad), sólo un 26% los usa y desciende hasta un 8% el número de personas que realizan sus trámites a través de las herramientas de administración electrónica.

Tampoco los usuarios se fían de internet para informarse de la política. Un fenómeno curioso que contrasta con la alta participación de una parte de la población en los comentarios de las noticias políticas de los medios digitales. Son pocos y muy activos, militantes pero inciden poco en la actitud del resto de la población. Y, además, muy jóvenes. La brecha digital en la discusión política es enorme en la Red.

Los responsables de los principales partidos políticos están convencidos de ello y por eso sus iniciativas digitales se centran más en fortalecer la base partidaria que en captar a nuevos votantes o simpatizantes.

Y cuando se intenta se hace más a través de recursos ligados al ocio y el entretenimiento, como los vídeos y la música, o que reproducen los mensajes y formatos tradicionales.

La brecha digital (de edad y de género), unida a la influencia de los partidos y sus más fieles militantes, aumenta el peligro de conducir la ciberdemocracia a una falsa democracia donde no se aprovechan las ventajas participativas de la web mientras se construye una interfaz que hace pasar por real lo que muchas veces sólo es una simulación de la política y la propaganda. Pero también es cierto que la participación y el activismo político crece entre quienes hacen y participan de la política en internet.