El Parlament da luz verde a la Ley de Vivienda que se aprobará el próximo 6 mayo

Palma.-  El pleno del Parlament ha dado su visto bueno, por asentimiento, a la toma en consideración de la futura Ley de Vivienda de Baleares, pactada por consenso de todos los grupos parlamentarios el pasado 16 de abril, para que sea aprobada definitivamente el próximo 6 de mayo.

El respaldo del Parlament a la ley llega después de numerosos debates y desacuerdos entre las distintas fuerzas políticas con representación parlamentaria, como los manifestados por el PP y que hoy ha manifestado que todavía echa en falta algunos detalles en el texto.

Los populares han sido los que menos conformes se han mostrado con la ley, aunque sí con el acuerdo unánime y, en este sentido, el diputado Antoni Pastor ha elogiado la capacidad de su partido para llegar a consensos y para introducir cambios en la ley.

A pesar de las modificaciones hechas al texto y después de haberle dado su apoyo, el PP, sin embargo, ha remarcado sus dudas de que la futura ley puedan cumplir los objetivos para los que se ha creado: facilitar el acceso a la vivienda; aumentar el parque de VPO en las islas; y favorecer a un crecimiento sostenible y ayudar a los sectores de la construcción e inmobiliario, actualmente en crisis.

Pastor ha cuestionado que, si la ley solo prima dos tipos de suelo (urbano y rústico), se puedan construir las 5.000 viviendas protegidas prometidas por el Govern.

"Echamos en falta un régimen especial para suelos urbanos no consolidados y para suelo urbanizable", ha comentado Pastor durante su intervención, en la que ha querido dejar claro que su partido nunca ha apoyado un crecimiento desmedido sino un equilibrio territorial al pedir competencias para los ayuntamientos.

La postura de los populares a lo largo de toda la negociación de la ley le ha sido reprochada por la representante del grupo mixto Mariàn Suárez, que ha sido la segunda en intervenir en el debate, y que ha destacado de todo el proceso la "gran cintura política que se ha tenido con la oposición".

Los socialistas, representados en su discurso por Antoni Diéguez, han eludido hacer referencia a la actitud de ningún grupo concreto y se han centrado en reconocer la labor del conseller de Vivienda, Jaume Carbonero, en el proceso de elaboración y negociación de la futura ley.

Diéguez ha explicado que la prioridad del conseller siempre fue conseguir el máximo consenso y "no tanto aprobar la ley cuanto antes", de ahí que el diálogo quedara pospuesto para después de las pasadas elecciones del 9 de marzo "cuando se pasaran ya todos los efectos colaterales", en alusión a la oposición a la ley manifestada por UM -uno de sus socios de gobierno- en plena campaña electoral.

Al igual que los socialistas, el resto de grupos han coincidido en sus discursos en alabar el consenso unánime e "histórico" que se ha producido en torno a esta ley y que, según el diputado de Unió Mallorquina (UM) Bartomeu Vicens, "es importantísimo porque da estabilidad a la legislación".

El diputado de UM ha reconocido que para llegar al consenso "se ha superado toda una carrera de obstáculos" y que todos los grupos han sabido hacer renuncias en favor del bien común, lo que, a su juicio, pone de manifiesto que "cuando hay voluntad y se hacen esfuerzos se pueden llegar a acuerdos buenos para todos".

Desde el Bloc per Mallorca, Miquel Àngel Llauguer también ha remarcado el "camino tortuoso" por el que discurrió el proceso negociador y ha mostrado su satisfacción por el hecho de que finalmente se ha aceptado no incluir excepciones al Plan Territorial, como la que se pretendía hacer con Palma.