Varios ex presidentes latinoamericanos se alían en una cruzada para combatir la pobreza

Lima.-  Un grupo de ex presidentes latinoamericanos, encabezados por el peruano Alejandro Toledo, se embarcaron en la cruzada de crear una agenda social que busque aprovechar el crecimiento económico para reducir la pobreza y la exclusión social en la región.

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(EFE)

Los ex presidentes, de Bolivia Carlos Mesa (i); de Perú Alejandro Toledo (2i); de Argentina Fernando de la Rua (c); Marta Sahagún (3d) y de México Vicente Fox (2d); sonríen en Lima (Perú), durante el foro "Agenda Global para la Democracia".

Esta iniciativa llevó hoy hasta un hotel de las afueras de Lima a siete ex gobernantes: el mexicano Vicente Fox, el argentino Fernando de la Rúa, el boliviano Carlos Mesa, el ecuatoriano Rodrigo Borja, el costarricense Rodrigo Carazo y el panameño Nicolás Ardito, acompañados por el anfitrión, Toledo.

Un retiro en el que todos coincidieron en que la reducción de la pobreza y la exclusión es posible en la coyuntura actual, cuando las economías latinoamericanas en su globalidad están creciendo a un ritmo del 6 por ciento anual y además de forma sostenible.

En una entrevista con Efe, Toledo, como anfitrión y presidente del Centro Global para el Desarrollo y la Democracia, explicó que "el objetivo central es enfrentar el reto de América Latina, que está en uno de los mejores momentos de su historia, para convertirse en el continente de las oportunidades".

"Pocas veces América Latina ha tenido la oportunidad de dar un salto cualitativo, de colocarse en un lugar preferencial en el mundo", agregó, al explicar que se han abierto mercados y además la región "ha roto el cordón umbilical casi monolítico con los Estados Unidos".

"Ahora tenemos una relación de comercio e inversión muy fuerte con Europa, paradójicamente Estados Unidos no es el principal inversor en América Latina, lo es Europa, particularmente Inglaterra y España", matizó, al mencionar también a China e India.

Precisamente, los temas tratados hoy por los ex presidentes coinciden con los que se debatirán durante la V Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de Latinoamérica y el Caribe-Unión Europea (ALC-UE) que acogerá Lima el 16 y 17 de mayo próximo.

El objetivo de esta iniciativa es, en definitiva, "construir una agenda social para los próximos 20 años", remarcó Toledo.

En la clausura del foro, el ex mandatario peruano dijo que el interés está en lograr un crecimiento económico sostenido por periodos largos para así impedir "el surgimiento de populismos".

Por su lado, el ex presidente panameño Nicolás Ardito hizo presente su "profunda convicción de que tiene que haber convergencia entre el crecimiento y la distribución, y también entre el sector público y privado".

Para el costarricense Rodrigo Carazo, esta iniciativa contribuirá "a la paz y al respeto de las naciones", mientras que el argentino Fernando de la Rúa dejó claro que la "lucha por la igualdad y contra la pobreza se puede traducir en políticas concretas".

Los ex presidentes hicieron asimismo una reflexión sobre aquellas cosas que no hicieron durante sus respectivos mandatos y en el caso del argentino explicó la difícil situación que afrontó cuando abandonó el poder.

De la Rúa dimitió en diciembre de 2001 superado por una gran crisis y sin poder resolver los problemas que llevaron a Argentina a una histórica protesta en todo el territorio que dejó muertos y heridos, además del colapso del sistema financiero argentino.

Insistió que esas experiencias son las que sirven ahora para aplicar políticas de Estado.

En términos similares se expresó el boliviano Carlos Mesa, quien también abandonó el poder presionado por una grave crisis social en 2005 dando paso a unas elecciones anticipadas que ganó por mayoría absoluta el socialista Evo Morales.

Mesa reconoció que durante su mandato hubo dos grandes temas en los que no implementó políticas adecuadas: faltaron más inversiones directas en el sector rural y en salud.

De la Rúa propuso como receta para lograr esa ansiada agenda social "resolver qué porcentaje del Producto Bruto Interno de cada país" se puede asignar a este objetivo. Eso "permitiría fijar pautas y trabajar con eficacia para que no se politicen (los programas sociales), desaparezca la corrupción y no haya ineficacia".