Autoridades emprenden planes de emergencia por el nuevo pulso eruptivo del Tungurahua

Pelileo (Ecuador).-  Las autoridades ecuatorianas anunciaron la ejecución de planes de emergencia para mitigar los problemas que pueda causar el nuevo pulso eruptivo registrado hoy en el volcán Tungurahua, en el centro andino de Ecuador, donde hasta ahora no se ha informado de víctimas personales.

El presidente del país, Rafael Correa, firmó la ampliación durante 60 días de la situación de emergencia en las provincias de Tungurahua, Chimborazo y Bolívar, lo que permitirá disponer de fondos para ayudar a los afectados y reparar los daños causados por la erupción, aunque no se recoge una cifra precisa.

El gobernador de la provincia de Tungurahua, Fernando González, durante una reunión del Comité de Operaciones Especiales (COE) de esa jurisdicción indicó que el Gobierno central, al que representa, recordó que Correa declaró el año pasado un estado de emergencia en las zonas de influencia de una eventual erupción del volcán.

El COE, formado por las autoridades provinciales, locales, militares, policiales y la Defensa Civil, se reunió en la alcaldía de Pelileo, unos 20 kilómetros al oeste del volcán.

Patricio Ramón, del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, organismo que vigila el comportamiento del coloso, dijo en Pelileo, tras la reunión del COE, que el Tungurahua inició un nuevo pulso eruptivo en la noche del martes, que se acentuó en la madrugada y la mañana del miércoles.

Ramón explicó que la actividad del volcán presentó anomalías a las 23.20 hora local del martes (04,20 GMT del miércoles) y que se presentó de forma "extremada".

La "erupción en curso", añadió Ramón, se presentó con muchas explosiones y emisiones de gas y ceniza, así como "flujos piroclásticos" o de rocas candentes, que resbalaron por la pendiente de la montaña, pero muy lejos de las carreteras que se ubican al pie del macizo.

Además, indicó el científico, se registró la caída de cascajo, de hasta tres centímetros de diámetro en el sector de El Manzano, en la parte suroccidental del volcán.

Ramón explicó que las emisiones formaron nubes de hasta 10 kilómetros de altura sobre el cráter que, por efecto del viento, se dirigieron al sur y suroeste.

Sin embargo, precisó que luego de casi diez horas de una fuerte actividad, la intensidad del Tungurahua descendió bruscamente hasta casi la nulidad de señales sísmicas y la ausencia casi total de los estruendosos bramidos y cañonazos que salían del cráter.

Esta "calma sísmica" se ha extendido por varias horas y "esperamos que continúe así", sostuvo Ramón, tras recalcar que el Observatorio Vulcanológico Tungurahua (OVT), que el instituto Geofísico mantiene en el valle de Guadalupe, a doce kilómetros en línea recta del cráter, continuará en vigilia permanente y avisará si existe un cambio en el comportamiento.

De su lado, los científicos que trabajan en el OVT estiman que la brusca reducción de la actividad sísmica del volcán podría tener dos posibles consecuencias: una nueva liberación de energía o un sostenido proceso de calma.

Una fuente del OVT dijo a Efe que, al parecer, la liberación de energía registrada hoy en el Tungurahua se debe a una inyección de magma en la caldera del volcán producida en octubre pasado.

Esa alimentación de magma, según la fuente, se tradujo en el incremento de actividad registrada desde finales del año pasado y en enero de 2008.

Las características que adoptó el volcán con ese nuevo ingreso de magma, añadió la fuente, se parecen a las que se registraron en las erupciones del 14 de julio y el 16 de agosto de 2006, catalogadas como las más fuertes de todo el proceso eruptivo actual del Tungurahua, que empezó en noviembre de 1999.

Sin embargo, el pulso eruptivo registrado hoy no alcanzó la dimensión de peligrosidad de los que se produjeron en 2006, cuando la actividad volcánica del tungurahua causó la muerte de seis personas, obligó a la evacuación de miles de campesinos y arrasó extensas áreas de cultivos.