La RAE se vuelca en internet y los sms

MADRID.-  A la Real Academia Española (RAE) le ha entrado la pasión por internet y los nuevos medios. No es de extrañar. Es el gran espacio común para la comunicación y la lengua. Y, por supuesto, nunca tanta gente había escrito para los demás como ahora. Su director, Víctor García de la Concha, anuncia la elaboración de una tabla de abreviaturas para mensajes sms en los móviles y la petición de un dominio lingüístico .esp para identificar el español en internet.

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La RAE sigue fiel a su lema: limpia, fija y da esplendor. Pero la pasión normativa no es la mejor solución.

¿Te imaginas consultando un diccionario para escribir un mensaje de móvil?

Don Víctor dice que "hay que dar respuesta a todas las personas que escriben en internet o que utilizan los mensajes de móviles".

La Asociación de Usuarios de Internet (AUI) ya lo intentó en 2005 y registra más de 11.300 términos. El DiccionarioSMS se creó para "recopilar los términos y abreviaturas que utilizan por los jóvenes para escribir en sus teléfonos móviles o cuando lo hacen en Internet".

Su presentación insiste en que se trataba de una herramienta "desde abajo para arriba".

La pasión homogeneizadora corre el peligro de acabar con el genio de la lengua que los sms han despertado en los jóvenes. Y la policía lingüística nunca ha sido la mejor forma de enriquecer el idioma y de avivar al genio tantas veces mudo.

Pero el director de la RAE va más allá y pide un dominio .esp para la lengua española.

El ejemplo del .cat, el primer dominio cultural y lingüistico, cunde. Y con ellos la perversión de hacer internet cada vez más compleja. De los dominios genéricos iniciales y los que ha ido sumando la corporación ICANN, responsable de la coordinación de internet, se está pasando a un tejido en el que el nacionalismo y las agrupaciones culturales y políticas van, como siempre, marcando fronteras y diferenciando gente, páginas, webs.

El problema de la fortaleza del español en internet no está en los dominios. Ni en el .es, ni en el .esp, ni en el propuesto .lat para agrupar a los latinoamericanos.

Para algunos son una forma de mostrar su identidad en internet. Para otros son sólo una barrera más para la comunicación libre y la gestión eficiente de la Red. Nuevas oportunidades para el spam y trámites redundantes por la necesidad de mantener varios dominios para dirigir hacia las mismas páginas.

El último informe de ICANN sobre la introducción de nuevos dominios de alto nivel o dominios genéricos afirma que no hay problemas técnicos ni de estabilidad de la Red en la introducción de nuevos dominios y sufijos.

Pero es bueno recordar que los sufijos nacionales o los nuevos dominios culturales deben ser gestionados por organismos nacionales, como Red.es, o de menor nivel como domini.cat.

Un nuevo dominio .esp necesitará una nueva organización como la que gestiona los dominios europeos .es, Eurid.

Cada vez más organizaciones, más procesos diferentes. El fin de la simplicidad y la neutralidad de la Red.

El resultado es que cada vez menos internautas navegan directamente por los nombres de las páginas que consultan y crece el acceso desde buscadores. La mejor forma de no tener que recordar nombres ni saturar la libreta de direcciones. Y ahí es donde la fortaleza del español decae porque falta tecnología en español y hace falta más contenido de alto valor en español en la Red, donde los usuarios, empresas e instituciones aún no tienen el empeño creador de otras culturas.

El español es el tercer idioma de la Red con 113 millones de usuarios. ¿Necesita la diversidad más dominios o sería mejor luchar por más acceso a la Red y más contenidos de calidad en la lengua común?