Nadal critica las bolas del Abierto de Australia... pero gana

El primer 'Grand Slam' de la temporada ha arrancado envuelto en polémica por la nueva superficie. Muchos tenistas han mostrado sus quejas porque no se sienten cómodos sobre las pistas azules que se estrenan este año. Rafa Nadal, después de imponerse con algunos problemas al serbio Troicki, ha asegurado que la pista está bien. El problema, para él, es que las bolas son demasiado "gordas".

(EFE)

Nadal en su partido de hoy

Mientras los jugadores van cogiendo el tono de forma en el primer gran torneo de la temporada, el debate sobre aspectos extradeportivos ha sido intenso. En este caso, se ha centrado en la nueva superficie de la pista ('Plexicushion'), que sustituye a la que se ha utilizado durante los últimos 20 años. Muchos jugadores mostraron su disconformidad, mientras que otros enseñaban su agrado.

Ahora ha llegado Rafa Nadal y ha avivado una nueva polémica. El problema no es la superficie: son las bolas (que son de la marca Wilson). "A la superficie no le veo diferencia. Pero las pelotas no me gustan tanto. Son gordas y no salen de la raqueta, se te quedan...", ha asegurado el manacorí, tras estrenarse en Melbourne Park.

Los jugadores que tienen una fuerte pegada son, teóricamente, los que podrían verse más beneficiados. Sin embargo, Rafa Nadal, que es uno de los jugadores más potentes del circuito, no lo ve así y ha criticado abiertamente la pelota. Otros jugadores se han sumado a las críticas del español, por lo que las autoridades tal vez se vean obligadas a tomar medidas.

No es el primer jugador que encuentra problemas en la nueva pelota. Ya antes de iniciarse el Abierto, el francés Richard Gasquet, hizo una crítica muy parecida a la de Nadal, tras ser eliminado en un torneo previo en el que se utilizaron las mismas bolas que en el Melbourne Park. El problema son las bolas, porque son demasiado grandes y muy dañinas para el hombro, dijo Gasquet.

Rafa Nadal ha tenido más problemas de lo previsto para deshacerse del modesto jugador serbio Viktor Troicki, procedente de la previa y número 126 del mundo. Ha necesitado tres intensos sets y casi tres horas de partido. "Empecé algo nervioso, con los típicos nervios de un primer partido en un torneo como éste. Y él empezó con cero presión, cero nervios. Salió a la pista con el número dos del mundo y con mucha confianza", ha afirmado Nadal, quien se enfrentará en la próxima ronda con el francés Florent Serra.

El resto de los jugadores españoles han comenzado con buen pie, a excepción de Carlos Moyà, el último español en jugar una final en Australia (1997). El mallorquín cayó ante el austriaco Stefan Koubek. La nota más épica de la jornada la ha puesto Tommy Robredo, quien logró una espectacular remontada ante el alemán Mischa Zverev, a pesar de haber cedido los dos primeros sets.