En China, todo vídeo será oficial o no será

Imagine la escena. En la presentación púbica del flamante canal olímpico de la televisión estatal china (CCTV), la esposa de Zhang Bin, presentador estrella de la cadena, en lugar de unirse a las alabanzas propias de una inauguración, dijo en pleno escenario "hoy es un día especial para el canal olímpico, y (...) para mí también, porque hace dos horas me he enterado de que, además de conmigo, el señor Zhang ha estado manteniendo una relación inapropiada con otra mujer".

Este es el vídeo más polémico de China en estos momentos.

Al instante, ocurrieron dos cosas. La primera, que la historia recorrió China. Y la segunda, que el vídeo de la escena fue subido a internet, donde ha batido récords de visitas. Apenas una semana después y sea o no una casualidad, la respuesta de las autoridades tampoco se ha hecho esperar. El ministerio de Información chino ha publicado una ordenanza en su página web oficial según la cual, a partir del 31 de enero, sólo el gobierno estará autorizado a publicar vídeos en Internet, aumentando la censura de este tipo de material hasta límites máximos.

Incluso las páginas estatales (o cuyo accionariado posea mayoritariamente el Estado) deberán solicitar un permiso expreso a la Administración Estatal de Radio, Cine y Televisión, principal brazo censor de China. Además, el vídeo deberá ser conservado por sus productores durante al menos 60 días, para posibles inspecciones. Estarán prohibidas expresamente las imágenes que puedan "alterar el orden social", que "vayan contra la Constitución, perjudiquen la unidad nacional, la soberanía y la integridad territorial" o que "revelen secretos estatales, perjudiquen la seguridad estatal o atenten contra la fama y el beneficio del Estado".

Del mismo modo, cultos malignos, discriminación contra las nacionalidades, contenidos violentos y eróticos, y las imágenes relacionadas con los juegos de azar o el terrorismo estarán vetados bajo la nueva regulación. Además, "no se podrá calumniar a otra persona o invadir su privacidad". Según informa Efe citando a un portavoz ministerial, el reglamento afectará también a aquellos servidores de vídeo que estén registrados en el país asiático, aunque no se aclaró si ello afectará también a YouTube.

¿Qué queda, entonces? Los vídeos que "promuevan la cultura, los avances de la sociedad, la armonía, el servicio público y el socialismo", dice la norma. Los vídeos a través de Internet, tan populares en China como en el resto del mundo, habían logrado hasta ahora sortear la censura, y proliferaban copias de YouTube como Tudou (en el que se colgó el escandaloso vídeo del presentador de televisión) o Youku. Ambas podrían cerrar debido a la regulación, que también es posible que afecte a los grandes portales chinos.