Hubo unos años en los que Miguel Angel Nadal no era sólo el tío de Rafa. Era uno de los integrantes del Dream Team y un brillante jugador todoterreno. Sin embargo, para nuestra historia de pequeñas tragedias de la selección quedará como el jugador que falló el penalty decisivo en la Eurocopa del 96.
Nadal antes de ser habitual de la tribuna de Roland Garros
El torneo se celebraba en Inglaterra. La euforia se había desatado en las islas tras la victoria sobre los holandeses, La prensa ya empezaba a especular con repetir el triunfo del Mundial 66, el otro gran torneo en el que habían sido anfitriones. España había pasado de manera poco brillante la primera fase. Dos empates aburridos frente a Bulgaria y Francia y una victoria agónica ante Rumania.
A todo esto, se unía cierto pesimismo nacional ante el "clementismo". El genio de Baracaldo quería pasar a los libros de historia y formaba con cuatro centrales ( Alkorta, Abelardo, Hierro y Nadal). Y además Guardiola y Raul veían la Eurocopa por la tele. Con todos estos antecedentes parecía que "los cuartos" serían nuestro final. Y llegó el día del partido y España cumplió como pocas veces aquello de "Jugamos como nunca, perdimos como siempre". En este caso ni llegamos a perder, pero nos eliminaron.
Inglaterra tuvo un comienzo casi perfecto pero poco a poco se fue diluyendo ante el empuje español. "Kiko" y Julio Salinas marcaron dos goles que les fueron anulados. Luego, el asturiano Manjarín falló una clara ocasión solo ante Seaman. Para que no faltara de nada, en el segundo tiempo, España reclamó un par de penaltis. Con todo esto se llegó a la prórroga bajo el miedo del "posible gol de oro" que se inauguraba en áquel torneo.
España era claramente superior pero faltaba el gol. El peso del esfuerzo y la tarde plomiza hicieron que los dos equipos dieran por bueno los penaltis (con Zubizarreta bajo los palos era muy optimista). La tanda empezó mal para España, Fernando Hierro envió el balón al larguero en el primer tiro de España, el defensa Stuart Pearce enmendó el error del Mundial 90 que eliminó en semifinales a su país y, esta vez sí, consiguió transformar el penalty.
Llegó el momento decisivo. El elegido fue el barcelonista Miguel Ángel Nadal. Su tiro fue parado por Seaman, el mismo portero del Arsenal que un año antes se había tragado el gol de Nayim en la final de la Recopa. Los pubs de toda Inglaterra y el Daily Mirror lo celebraron. Seaman fue durante unos días el ídolo en un país huerfano de grandes porteros desde Shilton. Era la primera vez que Inglaterra ganaba una tanda de penaltis en una fase final de un torneo. Y España, como bien se encargó de recordar Clemente, seguía invicta. ¡31 partidos seguidos! . Bonito record... pero a casa.
Los protagonistas de aquella tarde en la que pudimos dar un quiebro a la historia fueron:
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