EL JUEGO DE LA... MENTIRA

Meterse en la cama y encender el televisor a partir de la medianoche puede convertirse en un deporte de muy alto riesgo. Cuando estás en el albur de cerrar un ojo para viajar destino al día siguiente, conectar depende de qué cadena puede convertir tu sueño en un “ojoplatismo” que te desvele como mínimo, hasta ese momento de la noche en que los gatos dejan de ser pardos y casi dejan de ser gatos.

Ayer me enfrenté por primera vez a un programa de la otrora pantalla amiga, hoy convertida en “nos vemos en telecinco”. El espacio está presentado por la chica de “A tu lado”. Hasta ahí todo normal. Tiene pinta de ser un concurso, -pienso, mientras me lavo los dientes y espero a que hable Emma García. Nuestra próxima invitada viene de Zaragoza y se llama Paqui. –Sigo con mi enjuague bucal. Primera pregunta, ¿te miras los mocos después de sonarte? Escupo el oraldine frente al espejo, mientras mis ojos adormilados se abren como ventanas al mediodía. Me pongo a escuchar más atentamente, y me meto en la cama con el propósito firme de no perderme ripio de lo que voy a escuchar. ¿Sigues enamorada de tu ex marido? La concursante mira de reojo a su actual pareja y responde afirmativamente, entre avergonzada y contenta. Sabe que cuando termine el programa tendrá una bronca con su compañero sentimental y también mil euros más en la buchaca. La máquina de la verdad, en voz en off, responde: “eso es verdad”.

El público no sabe si aplaudir o compadecerse del pobre chaval que comparte la vida con la concursante. Yo tampoco sé qué hacer. Apagar la tele es demasiada tentación para el morbo sobrevenido a medianoche. Anuncios. Cambio de canal. Vuelvo a telecinco. Nuevo concursante. Preguntas tan sonrojantes como las de la concursante de que se mira los mocos en el pañuelo. Puedes ganar hasta 100.000 euros perdiendo la dignidad. Reflexiono y llego a la conclusión de que el Juego de la verdad de telecinco no es más que un Juego de mentira con actores tan de mentira como todo lo demás. O al menos eso espero.