"¿Locura?. No, esto es Atenas ¡¡"  

Lo decía un musculado Rey Leónidas en la obra maestra "300": "¿Locura?: no, esto es Esparta ¡", mientras, de una patada tiraba al emisario persa a un pozo sin fondo.

Foto: www.sport.gr

Aplicando el ejemplo anterior al mundo del deporte, ninguna rivalidad en Grecia se lleva al extremo de la vivida entre Panathinaikos y Olympiacos. Los verdes se enorgullecen en representar a "todos los atenienses", pero no son el equipo con más aficionados del país. Su rival, los rojos, están situados en el puerto del Pireo, fuera de la ciudad de Atenas, aunque siempre son considerados un equipo ateniense más.

El origen de la rivalidad entre ambas entidades parece sacado de un guión de cine. Giorgos Vardinogiannis (Panathinaikos) y Socratis Kokkalis (Olympiacos) han tenido un enfrentamiento personal durante años. Se rumorea que sus disputas empezaron al estar enamorados de la misma mujer años atrás. Al frente de las dos entidades deportivas más importantes de Grecia (con equipos en 21 disciplinas deportivas), llevaron al terreno deportivo sus disputas personales, invirtiendo miles de millones de Dracmas (luego, de Euros) de sus patrimonios personales.

A pesar de que desde finales de los años 90, Panathinaikos ha estado por encima de su rival (originariamente llamado "Olympiakos", fue refundado a principios de esta década tras superar una tremenda crisis económica), la rivalidad se ha recrudecido en los últimos años, con un vergonzoso altercado entre ambas aficiones el año pasado, cuando se citaron para enfrentarse a 700 kilómetros, coincidiendo con la disputa de la final de la Copa de Grecia... ¡ de volleybol femenino ¡

El último episodio se ha vivido en la tarde del miércoles, con la disputa de la Final de la Copa de Grecia de baloncesto. El partido, disputado en el pequelo pabellón del Maroussi, fue un fiel reflejo de la violenta situación del deporte griego. Las gradas vacías,con unos pocos aficionados situados cerca del palco y los ultras de ambos equipos llenando ambos fondos. Como anécdota, el pivot internacional español Juanan Morales contaba como , jugando en Olympiacos, veía volar cohetes, lanzados por los aficionados de un fondo a otro de la cancha en un derby ante Panathinaikos,  mientras el partido estaba en juego y con los jugadores viendo peligrar su integridad. 

Hoy , afortunadamente, sólo llovieron piedras durante fases del partido. Una golpeó al entrenador de Panathinaikos, el exmadridista y campeón de la Euroliga con 4 equipos distintos, Zeljko Obradovic. Acostumbrado a este tipo de situación, el serbio sufrió un impacto de una pieda del tamaño de su puño en un pie. La recgió de la pista, la enseño a la mesa de anotadores  y siguió dirigiendo a su equipo con claros síntomas de dolor. Afortunadamente no le dió en la cabeza...

El partido venía marcado por la última jornada del Top 16 de la Euroliga, en la que Panathinaikos quedó eliminado contra pronóstico, y Olympiacos se clasificó, dejando fuera al Real Madrid.  Los verdes eran los grandes favoritos para repetir título en Madrid, y la derrota en Belgrado les dejó muy tocados. Ya el pasado domingo sufrieron para derrotar al recién ascendido AGOR Rethimo.

 Además, por primera vez en 22 años ambos equipos se enfrentaban en la final copera, y toda esa tensión se vió reflejado en el partido. Panathinaikos dominó todo el partido, basándose en su increible acierto desde la línea de tres puntos. Tras 25 minutos de partido, el campeón de Europa había anotado 48 puntos: 12 triples (36 puntos), y sólo 6 canastas de 2 (12). El internacional Vassilis Spanoulis lideraba a los verdes, mientras que Olympiacos se mantuvo en el partido gracias a que, en líneas generales, era mejor. El base norteamericano Lynn Greer volvió a dar una exhibición, anotando canastas enfrentándose a los cinco jugadores rivales. Varias de sus canastas fueron claves para que el partido estuviera empatado a 78 en el último minuto. Pero el juego fue injusto con él, y Greer fue  decisivo...al fallar un tiro libre clave.

Panathinaikos se adjudicaba su  5ª Copa consecutiva, una copa con la que Obradovic y sus jugadores tratarán de superar el golpe de la eliminación europea...justo una semana después.  Para Olympiacos sólo quedó la gloria de una remontada heroíca , representada en la imagen de su entrenador, el mítico Panagiotis Yannakis, saludando a sus aficionados al acabar el partido. Tanto él como sus jugadores tienen por delante la difícil misión de eliminar al CSKA Moscú para poder jugar la Final Four de Madrid. A pesar del potencial ruso, bueno sería que alguien le dijera a Messina y los suyos que no se acerquen mucho a ningún pozo ....