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A pesar de que los títulos numéricos están de moda en Hollywood ( "300", "10,000"), este artículo no es de cine, aunque no descarten que acaben rodando una película sobre el asunto que aquí nos ocupa.                

Foto: Carmelo Anthony (NBA.com)

Tenían que ser los los Denver Nuggets, el equipo que durante la década de los 80, de la mano de Doug Moe, y con grandes anotadores como Kike Vandeweghe, Alex English, Walter Davis o Fat Lever , jugaba a meter un punto más que su rival (aunque eso le valió perder el partido de mayor anotación de la historia, 184-186 ante los Detroit Pistons de Isiah Thomas en 1984).

La salida del siempre malvestido Moe, no varió el estilo de los de Colorado, que ficharon a otro técnico peculiar, Paul Westhead. Ganador del título con los Lakers en 1980, Westhead había salido del equipo californiano un año después, y siempre se rumoreó que fue Magic Johnson quién tuvo la culpa. Incluso otro ex-jugador de aquellos Lakers, el alero Spencer Haywood quién en su autobiografía, confesó haber estado a punto de matarle porque no le soportaba..

Al frente de la Universidad de Loyola-Marymount, Westhead se había ganado la fama de técnico extravagante, buscando siempre que su equipo, que lideraba el malogrado Hank Gathers, rompiera todos los registros anotadores. Era el hombre ideal para sustituit a Moe.

Los Nuggets, que en aquella temporada 90-91 daban verdadera pena, no sólo no lograron su objetivo de ganar anotando por encima de los 130 puntos. Muy al contrario, los rivales hacían apuestas sobre quién sería el primer equipo en anotar 200 puntos. Nadie lo logró, siendo los Phoenix Suns quienes más se acercaron tras anotar 173 puntos, sin jugar ninguna prórroga.

Desde entonces ningún equipo se ha acercado a esa cifras de anotación. Sólo los Suns, desde la llegada del italo-americano Mike D´Antoni, y de la mano de 2 veces MVP de la NBA Steve Nash, han logrado promediar más de 106 puntos por partido en las últimas 3 temporadas.

El ex-madridista George Karl, actual técnico de los  Nuggets, siempre ha tenido fama de buscar un juego rápido y atractivo para el espectador. También de ser gafe. Formado en esa gran escuela de juego ofensivo que son los Golden State Warriors, Karl empezaba a estar en problemas esta temporada ya que su equipo llegaba al ecuador de la temporada, el All Stars Weekend, dando muestras de una alarmante irregularidad.

Con dos de los 5 mejores anotadores de la liga, Carmelo Anthony y Allen Iverson, rodeados de un grupo de jugadores con talento (Martin, Camby, Kleiza, J.R.Smith), a los Nuggets no habían jugado con consistencia en toda la temporada. Peleando por entrar en los playoffs de una conferencia Oeste cada vez más cara, los Nuggets plantearon aumentar el ritmo de juego de cara al tramo final de temporada. A mayor ritmo, posesiones más cortas, mayor número de tiros a repartir entre Carmelo y  The Answer  y, sobre todo, la posibilidad de tapar las evidentes lagunas defensivas de un equipo tan lleno de talento como escaso de sacrificio en defensa.
 

Si no es la temporada de Denver, que decir sus rivales,  los Seattle Supersonics. Un equipo en  pleno proceso de reconstrucción, con los propietarios liquidando todos los altos contratos de la plantilla antes del  más que probable traslado del equipo  a Oklahoma City o Las Vegas en 2010. 

Los Sonics depositaron todas sus esperanzas en el novato Kevin Durant ,al que eligieron en 2ª posición del draft del pasado junio. Pero el joven alero de la Universidad de Texas ha estado rodeado con muchos jugadores mediocres como los ex-ACB Mickael Gelabale y Francisco Elson,  Por si fuera poco, el técnico elegido para dirigir al equipo fue  P.J. Carlesimo, con gran prestigio universitario, dos títulos de la NBA como entrenador ayudante en San Antonio y, sobre todo, recordado  por haber sido agredido por Latrell Sprewell, uno de sus jugadores estrella en los Golden State Warriors, en diciembre de 1997, en su única experiencia como entrenador jefe en la NBA. Quizás por eso a su llegada a la ciudad de la lluvia, decidió fichar a Paul Westhead como entrenador asistente.Quién mejor que él para entender a Carlesimo.

Ni qué decir tiene que el partido, que acabó 168 - 116, no tuvo historia. Los Nuggets, que lograron la 4ª mejor anotación en un partido sin prórroga. Para los Nuggets, con la situación actual de la Conferencia Oeste, con Spurs, Lakers, Jazz, Mavericks y los enrachados Rockets (22 victorias consecutivas, la segunda mejor racha de la historia, jugando sin su pivot titular Yao Ming) como candidatos al título, la mejor noticia es que parece que han vuelto a sus raíces. Es posible que no les lleve al título (el equipo nunca jugó una final NBA en su historia, ni en sus mejores momentos en los 80), pero los aficionados no lo vamos a pasar en grande.