Del cielo al infierno en 20 minutos     

El Real Madrid ha cometido el mayor error de la temporada y ha caído ante Maccabi Tel Aviv en un partido en el que llegó a dominar por 13 puntos, tras la disputa de una prórroga (100-103)

Foto : Euroleague.net

De haber logrado la victoria, los madridistas habrían prácticamente asegurado el primer puesto del grupo, evitando con éllo al CSKA Moscú en el cruce de cuartos. Pero tras la derrota, el equipo de Plaza deberá no sólo ganar para ser primeros de grupo, sino que el liderato ya no depende de éllos. Además, el partido que cerrará el grupo la próxima semana, ante Olympiacos en el Palacio de la Paz y de la Amistad, será cualquier cosa menos un partido fácil, con los griegos en la misma situación que el campeón español. El último antecedente, en una situación a vida o muerte como la que se vivirá el próximo jueves, acabó con un gancho de espaldas,  tan estúpido como innecesario , de Alex Mumbrú en 2004. El equipo que aquella temporada maldirigía el histórico Javier Imbroda (único entrenador en dejar al Madrid fuera de un playoff ACB en toda la historia) tiró la clasificación para la siguiente fase, cayendo derrotado en un partido en que el todavía llamado Olympiakos no se jugaba nada.

Volviendo al pasado más reciente, es posible que nadie de los 15000 espectadores presentes en Vistalegre podía esperar un desenlace parecido cuando a cinco minutos del final del tercer cuarto, el Real Madrid dominaba la situación, tras enlazar varios triples consecutivos. Los 13 puntos de margen parecían la sentencia de un partido que siempre dominaron los locales, con un Axel Hervelle especialmente inspirado .

Pero a diferencia de la mayoria de sus partidos en la liga ACB, el Madrid no sentenció en el tercer cuarto, viendo como el Maccabi le endosaba 31 puntos para terminar el parcial con una exigua diferencia.

Con los nervios a flor de piel, y varios de los jugadores blancos superados por la tensión, el equipo se mantuvo de la mano de Felipe Reyes y Hervelle, para llegar al minuto final con opciones de victoria. Un triple del alero belga ponía a los blancos con tres puntos de ventaja, pero un error de bulto en la defensa de la última posesión macabea dejaba el marcador empatado a 89 con 5 segundos por jugar.

Así, el cuerpo técnico blanco pidió tiempo para preparar un tiro final.  La carencia de un jugador especialista en este tipo de jugadas es un mal que el equipo tiene desde la salida de Chechu Biriukov , y la más reciente de Alberto Herreros. Nadie, ni Bullock, al que sólo le recuerdo una canasta sobre la bocina en sus 8 años en Europa, ni Raúl López (¿de verdad que la última posesión se la debía jugar él ?) han demostrado ser el tipo de jugador al que confiar el último tiro. Fue el base catalán el que tomó la responsabilidad y como casi siempre, falló, llevando el partido a la prórroga.

El Maccabi, que veía como había salido vivo, vió que el partido sería suyo aunque sólo fuera por tener a Sharp y Vujcic en pista, con la experiencia de haber logrado 6 títulos europeos entre ambos .

Desde el primer segundo de la prórroga, Maccabi fue mejor, no cometiendo el error de dejar que el Madrid empatara el partido en los segundos finales. Un  tiro a la desesperada de Tunceri fue el peor final posible para un equipo que pudo tocar el cielo y que ahora debera pelear por salir vivo del infierno anteniense. Al Madrid sólo le vale ganar en Atenas, y esperar que Zalgiris , ya eliminado, se lleve el partido en Tel Aviv para quedar primeros del grupo. Recordando el último enfrentamiento entre ambos, en 2004, y con lituanos e israelíes jugándose el pase a la Final 4, los de Tel Aviv se llevaron uno de los choques más broncos e increibles de la historia de la máxima competición europea. Sin jugarse nada, me parece imposible que el equipo de Sabonis vuelva a derrotar al campeón hebreo, como ya hizo en el segundo partido del grupo, pero en este deporte, cualquier cosa es posible.