¡¡ La que está liando Gasol ¡¡

El de Sant Boi debuta esta noche en el Staples Center de Los Angeles ante los Atlanta Hawks, después de 18 días de gira por el Este. El equipo de la ciudad de la Coca-Cola ha sido el único en derrotar a los de Phil Jackson desde el fichaje de pivot español

Foto: Debut de Gasol en NJ

Cuando el día 1 de Febrero , Pau Gasol se convertía en nuevo jugador de Los Angeles Lakers, pocos podíamos esperar la marejada que su fichaje iba a provocar en la mejor competición de baloncesto del mundo.

Gasol, que estaba pasando desapercibido en un equipo mediocre como Memphis Grizzlies, llegaba a un equipo que estaba rindiendo por encima de lo esperado. Liderados por Kobe Bryant, en plena madurez, y con un núcleo formado por el propio Bryant, Lamar Odom, el pivot Andrew Bynum y el veterano base Derek Fisher,los Lakers alcanzaban la primera mitad de la temporada con un balance, cuando menos sorprendente, siendo considerados una de las sorpresas de la temporada. Sólo la lesión de Bynum impidió que los hombres de Phil Jackson estuvieran aún más arriba a finales de Enero.

Apenas unos días después de la llegada de Gasol, los Lakers demostraron que esta temporada serán algo más que un equipo incomodo para sus rivales de Conferencia. Desde su llegada, el equipo sólo ha perdido un partido, en el Philips Arena de Atlanta, y quizás más debido al cansancio, tras jugar su tercer partido en 4 noches, que a otra cosa.

Pero el fichaje de Gasol no sólo ha supuesto una mejora en su nuevo equipo. Como si de un invitado inesperado se tratara, los Lakers han pasado de ser un rival molesto a  uno de los cuatro favoritos para ganar el Oeste, sumando al talento de Bryant y la polivalencia de Odom,  un nuevo arma para el que muchos equipos parecían no estar preparados.

Así, el técnico de los campeones y nuevamente favoritos San Antonio Spurs,Greg Popovich, se mostraba contrariado por lo que él consideraba "un traspaso sospechoso" entre Lakers y Grizzlies. El entrenador, cuatro veces campeón de la NBA se refería a la relación entre el General Manager de Memphis, la ex-estrella de los Lakers, Jerry West, y el equipo californiano, al que ha pertenecido más de media vida. Así, y según la "teoría de la conspiración" del entrenador texano, West habría favorecido a su ex-equipo, mandando a un jugador que puede ser vital, sin recibir prácticamente nada a cambio. Y no sólo eso, sino que lo habría hecho como respuesta al traspaso de Kevin Garnett  desde Minnesota  a Boston el pasado verano, traspaso muy criticado dado que el manager de los Minnesota Timberwolves es Kevin McHale....estrella rutilante de los Boston Celtics en la década de los 80. Rocambolesco, pero quizás por eso, no le falte razón a un Popovich que ha visto como los problemas para su equipo se multiplican con la baja de su base titular, el francés Tony Parker.

Precisamente para poder cubrir la baja de Parker, los Spurs iniciaron el baile de fichajes antes del All Stars, firmando al ex-compañero de Pau Gasol en Memphis, el veterano base Damon Stoudamire, que había llegado a un acuerdo con el equipo de Tennessee para romper su contrato.

Con Spurs y Lakers reforzándose, era cuestión de tiempo que los demás candidatos al título en la Conferencia Oeste hicieran lo propio. Así, los Phoenix Suns traspasaban a una de sus estrellas, el alero Shawn Marion, a cambio del jugador más dominante de la
liga desde la retirada de Michael Jordan, el pivot de Miami Heat , Shaquille O´Neal. Los Heat conseguían a un jugador con presente y mucho futuro, y que termina contrato en junio, y se deshacían de Shaq y sus 40 millones de dólares en los dos próximos años. El 4 veces campeón de la NBA salía de un equipo que había perdido 19 de sus últimos 20 partidos, iniciando un nuevo periplo en el Valle del Sol. Allí, con el dos veces MVP ,Steve Nash, Amare Stoudamire y Grant Hill entre otros, Shaq buscará el reto de ganar su quinto anillo , el que le falta para "poder retirarse dejando un legado", según sus propias palabras.

El último movimiento del excitante mercado de fichajes está pendiente de ser autorizado por la propia NBA. Si como todo apunta, la NBA da luz verde, el actual base de New Jersey, Jason Kidd, volverá a sus raíces para jugar con su primer equipo en la liga, los Dallas Mavericks del multimillonario Mark Cuban. Los Mavericks, a los que se les escapó el título hace dos temporadas, lo bordaron la temporada pasada hasta llegar al playoff. Allí, y en la mayor sorpresa de la historia, fueron eliminados por los Golden State Warriors de Baron Davis. Con la inversión que Cuban ha realizado en sus ocho años al frente de la franquicia texana, la posibilidad de no ganar el anillo ha pesado más que la política de mantener el bloque junto. Así, los Mavericks se deshacen de su base titular, Devin Harris, diez años más joven que Kidd, y cuyo talento no llega a la suela de los zapatos del antiguo MVP de la liga. Junto a Harris, Dallas pierde a su pivot titular, DeSagana Diop, los escoltas Trenton Hassell y Maurice Ager, los derechos del semiretirado Keith Van Horn y tres millones de dólares, el máximo permitido en la liga. Lo curioso de esta operación es que ambos equipos habían alcanzado un acuerdo previo en el que dos jugadores claves del banquillo texano, Jerry Stackhouse y Devean George, eran parte de la operación en lugar de Hassell y Van Horn. La negativa de George a entrar en el traspaso tiró por tierra la operación que, finalmente y si la liga la aprueba, se concretará en la tarde del martes.

Posiblemente, nadie en la liga pudiera esperar el impacto que la llegada de Pau Gasol a Los Angeles ha supuesto no sólo para su equipo, sino para la propia liga. Al reactivar el mercado de fichajes, la NBA va a ver aumentado el seguimiento por parte de unos aficionados cuya fidelidad mantuvo delante del televisor a pesar de la insufrible final entre Cleveland Cavaliers y San Antonio Spurs.  Con Pau al lado de Kobe, los Lakers se han convertido en una seria amenaza para Suns, Mavericks e incluso Spurs, que han preferido arriesgar, apostando por estrellas veteranas para ganar ahora, a pesar de tener que sacrificar jugadores con gran presente y futuro, pero con los que no había sido capaces de ganar el título en el pasado reciente.