El ingeniero austriaco Markus Voglreiter quería una casa que le recordara a su coche favorito, el VW Escarabajo (Beetle), y consiguió su sueño. Los faros son las ventanas de los dormitorios; el tapón de la gasolina oficia de tragaluz para el baño; el parabrisas, que cuenta con techo solar, sirve de protección a la terraza del tejado; y en la cubierta sobresale, como si fuera la antena de la radio, la chimenea de la estufa que caldea la casa. En la parte trasera, la salida de humos de la barbacoa ocupa el lugar del tubo de escape. Si puedes permitirte el lujo de gastar los 3.000 euros mensuales que cuesta su alquiler, podrás disfrutar de la experiencia de vivir aquí, pero recuerda que por su emplazamiento en Salzburgo (Austria) pasan muchos curiosos.
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