Un agente fotografía restos de sangre en la ventana de un vehículo aparcado justo al lado de donde fue asesinado Isaías Carrasco. Tras ser disparado, el cuerpo del herido quedó tendido en el suelo y fue atendido por una ambulancia que lo trasladó al Hospital Alto Deba de Mondragón-Arrasate, donde ingresó "clínicamente muerto" y en situación de parada cardiorrespiratoria.