Ibarrola realizó en Salamanca el conocido como "'Bosque Encantado'. Se trata de un lugar, a orillas del río Tormes, donde se han ubicado una serie de olmos secos, debido a la enfermedad de la grafiosis, propia de estos árboles. Su militancia con algunos asuntos como el de ETA en su País Vasco natal, le han causado problemas, por lo que, desde hace unos años, vive en Ávila.